La actriz Demi Moore, ícono de Hollywood y protagonista del thriller The Substance, revela las claves de su vitalidad y equilibrio a sus 62 años: una combinación de alimentación consciente, sobriedad y una relación saludable con el ejercicio.
Dieta vegana cruda: nutrientes vs. precauciones
Moore sigue una dieta raw vegan, basada en alimentos no procesados y sin cocción superior a 47,7°C para preservar nutrientes. Aunque este régimen —defendido por sus seguidores— puede maximizar la absorción de vitaminas, expertos como la nutricionista Jessica Cording advierten sobre posibles carencias de proteínas, calcio o vitamina D sin una planificación rigurosa. La actriz, según Daily Mail, prioriza la variedad y consulta con especialistas para evitar déficits.
Sobriedad: 12 años de reconquista emocional
Tras casi dos décadas sobria, Moore enfrentó una recaída en 2012, un episodio que describió como una de sus batallas más duras. Hoy, con 12 años sin alcohol, define su sobriedad como "emocional": vivir con autenticidad, enfrentando las emociones sin anestesias. "Abrí la puerta a una recaída y pagué el precio", confesó a The New York Times.
Del gimnasio obsesivo al pilates en familia
En los 90, el ejercicio fue una compulsión: "Mi casa tenía un gimnasio; ahora es mi oficina", relató en su libro Inside Out. Hoy, opta por pilates moderado, una práctica que comparte con sus hijas. "Decidí hacer las paces con mi cuerpo", afirma, rechazando la presión por un "cuerpo perfecto".
Envejecer con humor y sin arrogancia
Moore aborda el paso del tiempo con ironía y vulnerabilidad. "Antes era arrogante con la flacidez de la piel… hasta que me tocó a mí", bromeó en el podcast Let’s Talk Off Camera. Esta aceptación, dice, la conecta con su audiencia: "La salud es equilibrio entre cuerpo y mente".
Un legado de autenticidad
De estrella obsesionada con la imagen a defensora del bienestar integral, Moore personifica la evolución hacia una vida plena. Su mensaje —veganismo planificado, sobriedad consciente y ejercicio sin obsesiones— resuena como un manual de autocompasión en una industria marcada por estándares imposibles.
