Las dietas keto o cetogénicas, muy bajas en carbohidratos y muy altas en grasas, han ganado gran popularidad en los últimos años. Sin embargo, sus efectos a largo plazo siguen siendo motivo de debate. Ahora, una investigación realizada en la Universidad de Utah y publicada este viernes en la revista Science Advances advierte de importantes riesgos tras un uso prolongado.
El estudio, realizado en ratones machos y hembras alimentados con una dieta compuesta en un 89,9 % de grasa durante casi un año, mostró que, aunque inicialmente perdieron peso, con el tiempo desarrollaron serios problemas metabólicos:
- Intolerancia extrema a la glucosa
- Enfermedad del hígado graso
- Hiperlipidemia (niveles peligrosamente altos de colesterol y grasas en sangre)
Los investigadores también observaron alteraciones en la secreción de insulina, lo que empeoró la intolerancia a la glucosa con el paso de los meses.
“Observamos un deterioro progresivo de los parámetros metabólicos cuanto más tiempo llevaban los animales con la dieta cetogénica, por lo que su uso como tratamiento de enfermedades metabólicas debería cuestionarse, incluso si inicialmente se perciben mejoras”, señalaron los autores.
Una moda en expansión
Según la Academia Española de Nutrición y Dietética, la mitad de la población en España ha seguido alguna dieta “milagro” en su vida, siendo la cetogénica y el ayuno intermitente las más populares, a menudo sin supervisión médica.
Si bien la dieta keto se emplea con eficacia en casos de epilepsia refractaria, su uso para la pérdida de peso o control de la diabetes tipo 2 carece de evidencia sólida y podría acarrear riesgos a largo plazo, de acuerdo con los resultados de este estudio.