Si alguna vez has encontrado consuelo en la camiseta usada de tu pareja durante su ausencia, no estás solo. Un estudio reciente de la Universidad de Columbia Británica (UBC) revela que oler la ropa de una pareja romántica puede reducir los niveles de estrés, medido por la hormona cortisol, en las mujeres. Este hallazgo fue publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
Detalles del estudio
La investigación incluyó a 96 parejas de distinto sexo. Se pidió a los hombres que usaran camisetas durante 24 horas sin desodorante ni productos perfumados, y que evitaran fumar y consumir alimentos que alteraran su olor corporal. Posteriormente, las camisetas fueron congeladas para preservar sus aromas.
Las mujeres participantes recibieron dos camisetas para oler: una nueva y otra usada por su pareja o por un desconocido. Sin saber cuál camiseta era usada, las mujeres fueron expuestas a una simulación de entrevista de trabajo y una tarea de cálculo mental para inducir estrés.
Resultados
Las mujeres que olieron camisetas de sus parejas mostraron niveles más bajos de cortisol y reportaron sentirse menos estresadas antes y después de las pruebas de estrés, en comparación con aquellas que olieron camisetas de desconocidos o camisetas nuevas. Curiosamente, el efecto fue más pronunciado cuando las mujeres reconocieron el olor de sus parejas.
Sin embargo, oler una camiseta de un extraño generó un aumento en los niveles de cortisol, lo que sugiere que los olores no familiares pueden intensificar el estrés.
Implicaciones y contexto
Desde una edad temprana, los humanos pueden desarrollar un miedo inconsciente hacia los extraños, especialmente hacia los hombres desconocidos. Este estudio sugiere que, en tiempos de separación de seres queridos debido al trabajo o viajes, llevar una prenda de ropa usada por ellos podría ser una estrategia simple pero efectiva para manejar el estrés.
La autora principal del estudio, Frances Chen, destaca que en un mundo cada vez más globalizado, donde las personas están frecuentemente alejadas de sus seres queridos, este hallazgo podría ofrecer una herramienta sencilla para mejorar el bienestar emocional.
Este estudio abre la puerta a nuevas formas de explorar cómo los sentidos y las conexiones emocionales pueden influir en nuestra salud mental y física.