La Unión Europea se alista para responder con firmeza a la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer aranceles del 30% a las importaciones europeas a partir del 1 de agosto. En una reunión extraordinaria de ministros de Comercio celebrada este lunes, el comisario europeo Maroš Šefčovič presentó una lista de productos estadounidenses valorada en €72,000 millones como posible represalia arancelaria.
“Debemos estar preparados para todas las consecuencias, incluidas medidas proporcionadas y bien meditadas para restablecer el equilibrio en nuestra relación transatlántica”, advirtió Šefčovič.
La lista —que aún debe ser aprobada formalmente por los Estados miembros— incluye productos emblemáticos como aviones estadounidenses y whisky Bourbon, y proviene de una versión inicial más amplia que ascendía a €95,000 millones. La Comisión Europea dijo haberla ajustado tras consultar con las industrias y gobiernos de la UE.
Tensión tras ruptura de negociaciones
Las represalias llegan tras el anuncio de Trump, el pasado 12 de julio en Truth Social, donde amenazó con imponer nuevos aranceles si no se alcanzaba un acuerdo antes del 1 de agosto. Hasta ese momento, las negociaciones parecían avanzar: la UE aceptaba un arancel base del 10% y negociaba exenciones sectoriales —incluidas aeronaves y bebidas espirituosas—, mientras EE.UU. mantenía altos gravámenes sobre acero (50%), autos (25%) y otras importaciones.
“Estábamos muy cerca de un acuerdo de principio”, lamentó el canciller danés Lars Løkke Rasmussen.
Una posible represalia europea incluiría además controles a la exportación de chatarra de aluminio, clave para la industria estadounidense.
Equilibrio entre firmeza y negociación
A pesar del tono desafiante, la UE sigue apostando por una solución diplomática. Šefčovič anunció una llamada con sus homólogos estadounidenses y reiteró que el objetivo es evitar una escalada. Sin embargo, la presión interna entre los Estados miembros es creciente.
Algunos países, como Francia, insisten en una postura firme y abogan incluso por activar el instrumento anti-coerción, aprobado en 2023, que permitiría medidas extremas como la retirada de licencias o propiedad intelectual a empresas extranjeras.
“Europa es una potencia cuando demuestra capacidad de respuesta”, sostuvo el ministro francés de Comercio, Laurent Saint-Martin.
Von der Leyen retrasa medidas, pero mantiene opción sobre la mesa
La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, optó por posponer hasta el 1 de agosto una primera ronda de contramedidas por valor de €21,000 millones, inicialmente prevista para el 15 de julio. Pese a la presión, por ahora descarta activar el instrumento anti-coerción.
“Se creó para situaciones extraordinarias. Aún no hemos llegado a ese punto”, explicó.