Una corte de apelaciones en EE. UU. reactivó temporalmente los aranceles globales impulsados por el presidente Donald Trump, suspendidos un día antes por un tribunal de menor instancia. La decisión permite a la Casa Blanca continuar aplicando tarifas del 10% a productos importados de decenas de países, mientras se revisa el caso a fondo.
El fallo anterior del Tribunal de Comercio Internacional había invalidado las medidas por considerar que Trump se había excedido en sus facultades al imponer aranceles sin aprobación del Congreso. Sin embargo, la apelación fue aceptada rápidamente, permitiendo que las tarifas sigan vigentes por ahora. La administración Trump anticipa llevar el caso a la Corte Suprema si es necesario.
La Casa Blanca celebró la resolución como una "victoria para los trabajadores", mientras Trump afirmó en Truth Social que se trata de un paso crucial para "proteger a EE. UU. del daño económico" y financiar al país con ingresos extranjeros.
Los aranceles, implementados inicialmente bajo la figura de “emergencia económica”, afectan productos de China, México, Canadá y otros países. La justificación oficial ha sido combatir el tráfico de fentanilo, pero varios gobiernos —incluidos China, Canadá y la Unión Europea— han criticado las medidas por considerarlas unilaterales y proteccionistas.
Desde Pekín, la portavoz del Ministerio de Exteriores instó a Washington a eliminar “las tarifas injustificadas”, advirtiendo que “nadie gana en una guerra comercial”. Por su parte, Canadá calificó la situación de “grave amenaza bilateral”, y la UE expresó su preocupación ante el posible retorno de políticas comerciales agresivas.
En paralelo, la Casa Blanca informó avances en tres nuevos acuerdos comerciales, lo que ayudó a calmar los mercados: Wall Street cerró la jornada del jueves con leves alzas en el S&P 500 (+0,40%), el Dow Jones (+0,28%) y el Nasdaq (+0,39%).
