El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes en la Casa Blanca a su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, en un encuentro que consolidó la cooperación bilateral en materia migratoria, especialmente en lo referente a la reclusión de migrantes expulsados de territorio estadounidense.

Durante la reunión en el Despacho Oval, Trump expresó su agradecimiento a Bukele por aceptar la reclusión de migrantes acusados de terrorismo en el Centro de Confinamiento para el Terrorismo (CECOT) de El Salvador, una megacárcel inaugurada en 2023 con capacidad para 40,000 reclusos.

"Teníamos gente estúpida al mando de este país, y puedo decir que lo que nos hicieron en la frontera jamás debe ni podrá olvidarse. Es un pecado lo que hicieron, y ustedes nos están ayudando. Se lo agradecemos", afirmó Trump, criticando duramente las políticas migratorias de administraciones anteriores.
Uno de los momentos más destacados del encuentro fue cuando Bukele confirmó que no devolverá a Estados Unidos al migrante salvadoreño Kilmar Ábrego García, quien fue deportado el 15 de marzo a pesar de contar con una orden judicial que impedía su expulsión.
"Por supuesto que no voy a hacerlo. ¿Cómo voy a enviar a un terrorista a Estados Unidos?", declaró el presidente salvadoreño. "No lo voy a liberar. No nos gusta liberar a terroristas en nuestro país".
Ábrego García, señalado por las autoridades estadounidenses como supuesto miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13), fue uno de los 261 migrantes enviados al CECOT cuando la Administración Trump aplicó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar de forma expedita a 238 venezolanos y 23 salvadoreños.
El acuerdo entre ambos países incluye un pago de 6 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense, aunque los detalles específicos del contrato no han sido divulgados públicamente. A cambio, El Salvador autorizó el uso del CECOT para albergar a migrantes expulsados por supuestos vínculos con grupos criminales como el Tren de Aragua y la MS-13.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, presente en el encuentro, aclaró que la decisión sobre el cumplimiento de la orden judicial no correspondía al ejecutivo y que Estados Unidos facilitaría el retorno del migrante "si El Salvador decide devolverlo", posibilidad que Bukele descartó categóricamente.
Bukele aprovechó la ocasión para destacar los logros de su política de seguridad: "Acabamos de convertirnos en el país más seguro del continente. No podemos liberar criminales, eso nos haría volver a ser la capital mundial de los asesinatos".
Coincidiendo con la visita, el Departamento de Estado actualizó su aviso de viaje para El Salvador al Nivel Uno, la categoría más segura para ciudadanos estadounidenses, reconociendo la disminución de la actividad de pandillas y crímenes violentos en los últimos tres años.
A pesar de las críticas de organismos internacionales de derechos humanos sobre las condiciones en el CECOT y la falta de debido proceso, la Administración Trump ha elogiado la política de seguridad salvadoreña como un modelo de "tolerancia cero" contra el crimen organizado y el tráfico de personas.
