El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha informado que tomará una decisión “en el plazo de dos semanas” sobre una posible intervención militar directa en el conflicto entre Israel e Irán, aunque dejó abierta la puerta a una solución diplomática. Así lo indicó la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien aseguró que el mandatario considera que aún existe “una posibilidad sustancial de negociaciones”.
El conflicto entra ya en su octavo día, con ataques cruzados entre ambas naciones que han dejado cientos de muertos, tanto en Israel como en Irán. El estallido comenzó la madrugada del pasado viernes, cuando Israel lanzó una ofensiva sorpresa contra objetivos militares y nucleares en Teherán. Desde entonces, los ataques se han intensificado y han alcanzado zonas civiles, como el impacto de un misil cerca de la delegación de la Unión Europea en Tel Aviv el jueves, a unos 400 metros del edificio diplomático. Afortunadamente, no se registraron heridos entre el personal de la UE, pero sí daños materiales.
Israel justifica su ofensiva como un acto de defensa preventiva ante el acelerado desarrollo del programa nuclear iraní. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, ha subido el tono al afirmar que el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, "no puede seguir existiendo", comparándolo con un “Hitler moderno”.
Las tensiones también han salpicado el ámbito internacional. Alemania ha instado a Israel a moderar su respuesta y ha anunciado que sostendrá conversaciones nucleares este viernes en Ginebra con socios europeos y representantes iraníes. Berlín aboga por una salida diplomática ante el creciente riesgo de una expansión regional del conflicto.
Mientras tanto, Irán ha prometido continuar su defensa frente a lo que considera una amenaza directa a su soberanía, y no ha mostrado señales de desescalada. La comunidad internacional observa con preocupación los eventos, mientras Washington evalúa su próximo movimiento.
