Durante la cumbre de la OTAN este miércoles, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, comparó los recientes ataques estadounidenses contra instalaciones nucleares iraníes con los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki ocurridos en 1945.
“Ese golpe puso fin a la guerra. No quiero usar el ejemplo de Hiroshima. No quiero usar el ejemplo de Nagasaki. Pero fue esencialmente lo mismo. Aquel impacto acabó con aquella guerra y este con esta”, declaró Trump ante la prensa.
El exmandatario calificó los ataques como una “destrucción total”, refiriéndose a ellos como una ofensiva de “obliteración” contra Irán. Añadió que de no haberse realizado los bombardeos, “ahora estarían luchando”.
Informe contradice la versión oficial
Sin embargo, un informe de inteligencia filtrado desmiente la contundencia de los ataques. Según el documento, los sitios estratégicos de Fordo, Natanz e Isfahán no sufrieron daños significativos, y el programa nuclear iraní solo fue retrasado por seis meses.
El informe también advierte que Irán aún conserva la mayor parte de su material nuclear, lo que le permitiría reanudar rápidamente el desarrollo de un arma nuclear si así lo decidiera.
Comparación polémica
La comparación con Hiroshima y Nagasaki ha generado inquietud por el peso histórico y humano de esos bombardeos, que dejaron entre 110,000 y 210,000 muertos, según estimaciones. Analistas y críticos han calificado las declaraciones como irresponsables y fuera de lugar, dadas las implicaciones éticas y diplomáticas del paralelismo.