Las reservas de uranio altamente enriquecido de Irán habrían permanecido intactas tras los recientes ataques lanzados por Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares del país persa, según publicó el Financial Times, citando a fuentes de inteligencia europeas.
De acuerdo con la publicación, las capitales europeas manejan información preliminar que indica que los 408 kilogramos de uranio enriquecido hasta niveles cercanos al grado armamentístico no se encontraban en la instalación subterránea de Fordow, uno de los principales blancos del ataque, y podrían haber sido trasladados previamente.
En contraste, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, negó rotundamente que se haya producido tal traslado. “Estuvimos observando de cerca y no hubo indicios para Estados Unidos de que se hubiera movido uranio enriquecido”, afirmó en rueda de prensa el jueves 26 de junio.
Confusión sobre el impacto de los ataques
El presidente estadounidense Donald Trump había calificado la operación como un “éxito militar espectacular” y afirmó que las instalaciones nucleares iraníes fueron “arrasadas”. Sin embargo, las evaluaciones filtradas por las agencias de inteligencia de EE.UU. y Europa restan dramatismo al resultado, afirmando que los daños, aunque significativos, no anularon la capacidad de recuperación del programa nuclear iraní.
El director de la CIA, John Ratcliffe, declaró que los ataques causaron “graves daños”, pero reconoció que las instalaciones “podrían ser reconstruidas en el transcurso de los años”. Por su parte, la Comisión de Energía Atómica de Israel respaldó las afirmaciones de Trump, asegurando que la infraestructura crítica del sitio de Fordow quedó “inoperable”.
Respuesta de Irán
El líder supremo iraní, ayatolá Alí Jamenei, restó importancia al impacto de la ofensiva, calificando de “exageradas” las declaraciones del mandatario estadounidense. “No pudieron lograr nada significativo”, expresó en un mensaje transmitido por la televisión estatal, días después de que Irán e Israel acordaran un alto el fuego tras 12 días de conflicto.
Detalles del ataque
El ataque del pasado domingo incluyó bombardeos sobre Fordow, Natanz e Isfahan, instalaciones clave del programa nuclear iraní. En Fordow, enterrada en una montaña cerca de Qom, se utilizaron bombas de gran penetración de 14.000 kilos, que colapsaron accesos e infraestructura externa, sin destruir por completo el sitio.
Riesgo de reanudación del programa
Pese a los daños, los expertos advierten que el programa de enriquecimiento de uranio podría reanudarse antes de lo esperado. Irán, que había estado sujeto al acuerdo nuclear JCPOA, abandonó progresivamente sus compromisos tras la retirada unilateral de EE.UU. en 2018 durante el primer mandato de Trump. En la actualidad, Teherán enriquece uranio al 60%, muy por encima del 3.67% permitido por el acuerdo, aunque todavía por debajo del 90% necesario para uso militar.
Irán sostiene que su programa nuclear tiene fines pacíficos y civiles, mientras que las tensiones internacionales sobre su desarrollo atómico vuelven a intensificarse tras la operación militar de Estados Unidos.