OpenAI revertirá su polémico plan de convertirse en una corporación con fines de lucro, anunció este lunes su CEO, Sam Altman. La decisión, aún pendiente de aprobación en California y Delaware, responde a presiones de activistas y cofundadores como Elon Musk, quien demandó a la compañía por desviarse de su misión original de priorizar el bien social sobre las ganancias.
Claves del cambio:
- Estructura actualizada: La rama con fines de lucro seguirá operando, pero bajo el control del consejo directivo sin ánimo de lucro fundacional.
- Contexto legal: El plan original —convertirse en una Public Benefit Corporation (PBC)— buscaba atraer más inversiones, pero generó alertas por riesgos éticos en el desarrollo de IA.
- Presión externa: Altman citó consultas con líderes cívicos y fiscales estatales como determinantes. "Mantener el estatus sin fines de lucro nos permite avanzar en IA de forma segura y accesible", afirmó.
Críticas y controversias:
Elon Musk, cofundador en 2015 y crítico tras su salida en 2018, demandó a OpenAI en marzo por considerar que el modelo PBC traicionaba su compromiso de "beneficiar a la humanidad". Activistas también advirtieron que priorizar ganancias podría acelerar riesgos en una tecnología sin regulación sólida.
Impacto y contexto:
La empresa, valorada en US$86.000 millones, mantendrá su división comercial (ej. ChatGPT y asociaciones con Microsoft) pero bajo supervisión sin ánimo de lucro. Este giro refuerza su narrativa de equilibrio entre innovación y responsabilidad, clave en un sector bajo escrutinio por sesgos, desinformación y amenazas laborales.
¿Qué sigue?
La ratificación por parte de California y Delaware es crucial. Mientras, OpenAI intenta conciliar su crecimiento explosivo —impulsado por el éxito de ChatGPT (100 millones de usuarios semanales)— con su promesa fundacional de IA "segura y beneficiosa para todos". Un desafío mayúsculo en la era de los modelos cada vez más poderosos.