La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió este jueves que los hospitales en la ciudad de Gaza, en el norte de la Franja, se encuentran “al borde del colapso” debido a la ofensiva terrestre lanzada por Israel para tomar el control de la localidad, una operación que ha generado nuevas oleadas de desplazados.
“Los hospitales, ya saturados, están al límite mientras el aumento de la violencia bloquea los accesos e impide entregar suministros vitales”, señaló el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. Añadió que los heridos y personas con discapacidades no pueden trasladarse a lugares seguros, lo que pone sus vidas en grave riesgo.
En su cuenta en X, Tedros destacó que las órdenes de evacuación y la incursión militar provocan “nuevas olas de desplazamiento, forzando a familias traumatizadas a zonas cada vez más reducidas e inadecuadas para la dignidad humana”. Por ello, pidió el fin inmediato de estas condiciones y un alto el fuego.
Desde el inicio de la ofensiva israelí, tras los ataques del 7 de octubre de 2023, las autoridades gazatíes controladas por Hamás reportan más de 65.000 muertos, mientras organizaciones internacionales denuncian que el bloqueo ha dificultado la entrega de ayuda humanitaria.
Médicos Sin Fronteras alerta sobre la situación humanitaria
La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) señaló que la población de la ciudad de Gaza enfrenta “una elección imposible: quedarse y sufrir la ofensiva o abandonar todo e ir al sur”. Jacob Granger, coordinador de Emergencias de MSF, explicó que sus equipos operan en dos hospitales y dos clínicas, además de distribuir agua, pero que cada vez hay menos actores humanitarios debido a la presión militar y gubernamental.
“Hace un mes, la ciudad tenía alrededor de un millón de habitantes. Todos viven en condiciones extremadamente precarias, con carencia de alimentos, agua y acceso a servicios médicos básicos”, añadió Granger, mientras que el Ejército israelí asegura que aproximadamente 400.000 personas han abandonado la ciudad.
La situación en Gaza sigue siendo crítica, con hospitales desbordados y una población atrapada entre la violencia y la escasez de recursos esenciales.