Bomberos, rescatistas y sobrevivientes recuerdan cómo la tragedia aún marca sus cuerpos y memorias
La ciudad de Nueva York se prepara este jueves para rendir homenaje a las víctimas del 11 de septiembre de 2001, una fecha que cambió para siempre la historia de Estados Unidos. Casi 3.000 personas murieron aquel día cuando terroristas de Al Qaeda estrellaron dos aviones contra las Torres Gemelas, uno contra el Pentágono y otro en un campo de Pensilvania.
Sin embargo, las secuelas del ataque no terminaron en esas horas de horror. Más de dos décadas después, el reguero de víctimas continúa creciendo: enfermedades respiratorias y cánceres derivados de la inhalación de polvo tóxico han provocado miles de muertes adicionales.
“Desde el 11S han fallecido muchas más personas por los efectos sobre su salud que las que murieron ese mismo día”, advirtió Elizabeth Hillman, directora y presidenta ejecutiva del Museo Memorial del 11S. Solo entre los bomberos, más de 400 han muerto en estos años por complicaciones de salud, frente a los 343 que perecieron en el colapso de las torres.
De acuerdo con el Programa de Salud del World Trade Center, unas 400.000 personas estuvieron expuestas al polvo y sustancias tóxicas tras los ataques.
Memorias imborrables
La ceremonia de este jueves incluirá la tradicional lectura de los nombres de cada una de las víctimas, así como un homenaje a quienes han perdido la vida por enfermedades vinculadas al atentado. También se recordará a los trabajadores de rescate y a los supervivientes que siguen cargando con las cicatrices emocionales y físicas.
Entre esas voces está la de Desirée Bouchat, quien trabajaba en la Torre Sur y logró escapar minutos antes de que el segundo avión impactara.
“El cielo estaba despejado y azul… hasta que se volvió marrón con el humo. Subí a uno de los últimos ascensores que bajaban, eran las 9:03 cuando el vuelo 175 golpeó nuestro edificio”, relató conmovida. “Aún hoy, cuando vengo al memorial, me vienen a la mente las caras de quienes no salieron”.
Conmemoración sin política
En la ceremonia estará presente el vicepresidente JD Vance, acompañado de la segunda dama, Usha Vance, aunque los organizadores insistieron en que el acto no debe convertirse en un evento político.
La conmemoración llega en medio de la controversia por los planes del presidente Donald Trump de traspasar la administración del museo y el memorial al Gobierno federal, un tema que la directora Hillman evitó comentar al subrayar que “este día es de recuerdo, no de política”.