El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, enfrenta una creciente presión para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza antes de que el Ejército avance con su plan de tomar la ciudad de Gaza.
Sin embargo, los partidos de extrema derecha de su coalición se oponen con firmeza a cualquier pacto con Hamás. El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, advirtió a familiares de rehenes que abandonaría el Gobierno si Netanyahu acepta una tregua.
En medio de este escenario, el líder del partido centroderechista Unión Nacional, Beni Gants, propuso la creación de un Gobierno interino de seis meses con el fin de priorizar la liberación de los rehenes. “Ha llegado el momento de formar un Gobierno de redención de los rehenes, que apoyará a los militares y tendrá un plazo limitado. En seis meses completaremos este proceso y se convocarán elecciones”, afirmó Gants.
Según el exministro de Defensa, el nuevo Ejecutivo debería centrarse en negociar la liberación de unos 50 rehenes aún retenidos en Gaza, de los cuales al menos 20 se presume siguen con vida. “Es deber del Estado salvar la vida de todos los ciudadanos. Cada rehén en peligro podría ser nuestro hijo o nuestra hija”, subrayó.
La propuesta de Gants parece poco probable de prosperar. Tras la salida de los partidos ultraortodoxos en julio, Netanyahu perdió la mayoría absoluta en la Knesset y depende exclusivamente de sus aliados de extrema derecha, que rechazan cualquier concesión a Hamás y defienden la continuación de la ofensiva militar.