Mark Carney, economista y exgobernador del Banco de Canadá (2008-2013) y del Banco de Inglaterra (2013-2020), se convirtió este lunes en el nuevo primer ministro de Canadá tras una sorprendente victoria electoral del Partido Liberal, desafiando los pronósticos que daban como favorito al conservador Pierre Poilievre. Su llegada al poder, sin haber ocupado antes un escaño parlamentario, marca un hito en la política canadiense y plantea un giro frente a las tensiones con Estados Unidos bajo el mandato de Donald Trump.
Claves de su ascenso:
- Candidatura relámpago: Carney emergió como líder liberal en diciembre de 2024, tras una rebelión interna contra Justin Trudeau. En cinco meses, revirtió las encuestas que favorecían a los conservadores, capitalizando el temor por las amenazas de Trump de anexar territorios canadienses y sus políticas comerciales agresivas.
- Mensaje soberanista: En su discurso de victoria, alertó sobre los intentos de EE.UU. por apropiarse de recursos naturales y agua de Canadá: "Trump quiere rompernos para poseernos. No son amenazas vacías". Prometió renegociar la relación bilateral desde la soberanía: "La vieja integración económica y militar con EE.UU. se acabó".
Desafíos inmediatos:
- Relación con Trump: Deberá negociar un nuevo marco económico y de seguridad con Washington, tras declarar que Canadá "controlará su destino".
- Crisis doméstica: Enfrenta el descontento por el alto costo de vida, la crisis de vivienda y una inmigración récord, herencia de su antecesor.
- Unidad nacional: Busca contener las tensiones separatistas en Alberta (oeste) y Quebec (este), que amenazan la cohesión del país.
Apoyo y perfil:
- Respaldo ciudadano: Académicos como Stephen Henighan destacan su habilidad para articular un "nacionalismo discreto" que tranquiliza a una población angustiada.
- Experiencia en crisis: Su manejo de la recesión de 2008 y el Brexit respaldan su credibilidad. "Sé gestionar crisis y estoy listo para liderar", afirmó.
- Apoyo familiar: Su esposa, Diana Fox Carney, resaltó su "serenidad bajo presión" como clave para el cargo.
Contexto político:
Carney hereda un Partido Liberal que logra su cuarta victoria consecutiva, pero debe restaurar la confianza en un país dividido. Su reto no es solo enfrentar a Trump, sino demostrar que su visión técnica puede traducirse en soluciones concretas para una ciudadanía exigente. Con un Trump en campaña y un Canadá en busca de identidad, su liderazgo definirá el rumbo de la nación en una era de incertidumbre global.