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Marco Rubio reafirma política de revocación de visas estudiantiles

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Secretario de Estado advierte endurecimiento de controles migratorios tras disturbios en universidades estadounidenses.

En una audiencia senatorial marcada por tensiones, el Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, defendió este lunes la política de cancelación de visas para estudiantes extranjeros involucrados en protestas consideradas «perturbadoras», anunciando que más revocaciones están en proceso. Sus declaraciones precedieron en 48 horas la decisión del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de prohibir a la Universidad de Harvard admitir nuevos alumnos internacionales.

Claves del anuncio

  • Criterios de revocación: Rubio señaló que las visas serán canceladas a quienes «lideren cruzadas para tomar bibliotecas, promuevan violencia o intenten alterar la política exterior desde campus universitarios».
  • Base legal: El funcionario citó registros de arrestos en universidades para identificar extranjeros vinculados a disturbios, un mecanismo que se aplicará «sin excepciones».
  • Harvard en la mira: La medida del DHS contra la Ivy League —anunciada el miércoles— se alinea con esta postura, aunque no se especificó si responde a casos concretos.

Enfoque en el privilegio, no en el derecho
«Una visa no es un derecho inalienable; es un privilegio condicionado al respeto a nuestras leyes», afirmó Rubio, respondiendo a críticas de legisladores demócratas que calificaron la política como «represiva». El Secretario argumentó que Estados Unidos no tolerará que «invitados» abuseп de su estadía para «sabotear instituciones educativas», en referencia a protestas recientes sobre conflictos globales.

Impacto y reacciones
La postura de Rubio reactiva el debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y libertad académica. Mientras grupos de derechos civiles alertan sobre «criminalización de la disidencia», el funcionario insistió en que el objetivo es proteger la integridad de las aulas: «Los estudiantes pagan por aprender, no por sufrir caos impulsado por agendas ajenas a la educación».

Próximos pasos
El DHS ampliará la revisión de casos en otras universidades con historial de protestas, priorizando instituciones de élite. Analistas prevén que la medida afectará principalmente a alumnos de posgrado en áreas sensibles (como ingenierías o ciencias políticas), aunque Rubio evitó detallar cifras específicas.

Con esta política, la administración estadounidense envía un mensaje contundente: el activismo disruptivo en campus tendrá consecuencias migratorias inmediatas. El tema promete escalar en un año electoral marcado por debates sobre seguridad y fronteras.