La investigación judicial iniciada tras una serie de detenciones en aeropuertos de Bariloche y Buenos Aires ha revelado un complejo entramado internacional presuntamente liderado por Konstantin Rudnev, señalado como fundador de una secta originada en Rusia en los años noventa. Este viernes concluyó la audiencia de formulación de cargos con la imputación de 21 personas de nacionalidad rusa —19 mujeres y dos hombres— por integrar una presunta organización criminal dedicada a la trata de personas con alcance internacional.
El plan para obtener la nacionalidad argentina
Durante la audiencia, que se extendió desde el jueves hasta el viernes ante el juez de garantías Gustavo Zapata, la fiscalía presentó su hipótesis central sobre la operativa del grupo. Según el fiscal federal Fernando Arrigo, a cargo de la investigación en la sede descentralizada de Bariloche, Rudnev había diseñado un plan para obtener la nacionalidad argentina a través del hijo recién nacido de una joven rusa de 22 años, a quien habría captado en su país de origen.
El objetivo era lograr el reconocimiento legal como padre del niño nacido el 21 de marzo en un hospital local, lo que le habría permitido eludir el requisito de residencia para acceder a la ciudadanía argentina. "La persona que solicite su naturalización deberá tener cónyuge o hijo argentino nativo, y tal situación lo exime del requisito de permanencia de dos años continuos de residencia", explicó el fiscal.
Esta maniobra tenía un propósito ulterior: acceder a la residencia brasileña aprovechando los acuerdos bilaterales entre Argentina y Brasil, que permiten a los residentes moverse libremente entre ambos países y solicitar la residencia permanente. Rudnev, quien tenía un pedido de captura de la Justicia de Montenegro y se encontraba prófugo desde octubre pasado, aparentemente buscaba establecerse en la región.
La captación y explotación de la víctima
La investigación identificó a la mujer embarazada como E.M., ciudadana rusa. Según la fiscalía, fue captada en Moscú a finales de 2023 por una de las imputadas, quien financió su viaje a Argentina con dinero proporcionado por Rudnev. Ambas ingresaron al país en el mismo vuelo el 9 de enero y fueron registradas por el mismo control migratorio con apenas un minuto de diferencia, según datos de la Dirección Nacional de Migraciones.
La fiscalía sostiene que E.M. fue trasladada y alojada en Bariloche por la organización con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre, bajo una fachada de espiritualidad y prácticas de yoga. "Se conquista con medios engañosos la voluntad de otra persona humana para explotarla con alguna finalidad", señaló Arrigo, quien enfatizó que "nunca es válido el consentimiento dado a una situación de esclavitud y, en ningún caso, el derecho debe validarlo".
El incidente que desencadenó la investigación
El plan alcanzó su punto crítico en el hospital Ramón Carrillo, cuando E.M. fue llevada a dar a luz por otras integrantes del grupo. En ese momento, las acompañantes intentaron que el recién nacido fuese inscripto con el apellido de Rudnev, afirmando que él era el padre y que se presentaría en los días siguientes.
Los médicos rechazaron esta petición por carecer de sustento legal y registraron al niño con el apellido de la madre. Sin embargo, una de las mujeres tachó el apellido materno e intentó modificarlo, lo que llevó al personal hospitalario a confeccionar una nueva partida de nacimiento y reportar el incidente a las autoridades. Esta acción derivó en la apertura de la causa penal y provocó que una de las imputadas fuera acusada por falsedad ideológica en grado de tentativa.
Estructura y funcionamiento de la organización
De acuerdo con la fiscalía, el grupo presentaba características propias de una secta, con un liderazgo centralizado en Rudnev, quien fue condenado en 2013 en Rusia a 11 años de prisión por abuso sexual y era buscado desde octubre de 2024 en Montenegro.
Durante la audiencia, el fiscal Arrigo remarcó que el acusado ejercía "un dominio" sobre sus seguidoras y que la organización funcionaba mediante coerción, castigos y restricciones. "La víctima tiene viciada su voluntad, por esa razón, accede", afirmó, subrayando la situación de "extrema vulnerabilidad" de la joven, al estar sola, sin recursos, sin conocer el idioma ni tener libertad de comunicación.
La fiscalía también señaló que el acogimiento en la secta operaba desde una dimensión psicológica o espiritual. "Desde la idea de la pertenencia a la secta, quienes formaban parte eran personas elegidas, superiores al resto de la sociedad", describió Arrigo. El grupo promovía el aislamiento social y presentaba al mundo exterior como "mundano", creando un entorno de control total sobre sus miembros.
Evidencias y detenciones
Entre las pruebas presentadas figuran comunicaciones extraídas de los teléfonos celulares secuestrados, que revelaron instrucciones precisas sobre alimentación, castigos y dinámicas de vida dentro de las casas alquiladas. Los allanamientos permitieron hallar vajillas rotuladas con nombres, botellones de agua identificados individualmente y depósitos de alimentos bajo llave. También se encontraron colchones en el piso, ropa erótica, pelucas y hongos que están siendo analizados para determinar si poseen propiedades alucinógenas.
Rudnev fue detenido el viernes pasado en el Aeropuerto de Bariloche junto a siete mujeres cuando se disponía a abordar un vuelo hacia San Pablo, con escala en Buenos Aires. Simultáneamente, otros seis miembros del grupo fueron arrestados en el Aeroparque Jorge Newbery. Todos habían adquirido sus pasajes a través de la misma agencia de turismo y compartían idéntico itinerario.
Durante su detención, el acusado intentó autolesionarse con una hoja de afeitar oculta en su billetera, pero fue reducido por los oficiales. En el equipaje se encontraron frascos con pastillas que dieron positivo para clorhidrato de cocaína, lo que derivó en que dos de las imputadas fueran acusadas de transporte de estupefacientes.
Del total de 21 imputados, 13 permanecen detenidos, entre ellos Rudnev, que fue trasladado a la Unidad N°6 del Servicio Penitenciario Federal en Rawson, Chubut. Tres mujeres están recluidas en el penal de Villa Devoto y el resto se encuentra en dependencias policiales de Bariloche. Las ocho personas restantes fueron excarceladas, aunque continúan bajo investigación con medidas restrictivas.
En los próximos días, la fiscalía continuará analizando las pruebas recolectadas en los allanamientos y los peritajes realizados en el marco de esta compleja investigación internacional.
