Los líderes europeos Emmanuel Macron, Giorgia Meloni, Friedrich Merz, Donald Tusk, Keir Starmer, Ursula von der Leyen y Alexander Stubb han lanzado un mensaje claro: cualquier acuerdo para poner fin a la guerra debe contar con la participación activa de Kiev. En una declaración conjunta difundida la noche del sábado, tras conversar con Volodímir Zelenski, subrayaron que la seguridad de Ucrania es un interés vital para Europa y requiere garantías “robustas y creíbles”.
La postura llega en un momento delicado: el próximo viernes, Donald Trump se reunirá en Alaska con Vladímir Putin para explorar un posible fin del conflicto. Aunque los líderes de la UE saludan la iniciativa diplomática, insisten en que las fronteras no pueden cambiarse por la fuerza y que cualquier negociación debe partir de la actual línea de contacto, en un contexto de alto el fuego o reducción significativa de hostilidades.
Zelenski respaldó de inmediato la declaración, agradeciendo el apoyo europeo y reiterando que su país no aceptará concesiones territoriales. Esto contrasta con las insinuaciones de Trump sobre un posible “intercambio de territorios” como parte del acuerdo, algo que en Kiev y en las capitales europeas se considera un precedente peligroso que podría alentar nuevas agresiones rusas.
La UE busca así equilibrar el respaldo a la mediación estadounidense con la defensa de principios clave del orden internacional, como la Carta de la ONU y el Acta Final de Helsinki, mientras promete mantener su apoyo militar y financiero a Ucrania “todo el tiempo que sea necesario”.
