La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) presentó este lunes un nuevo y ambicioso objetivo de gasto en defensa que contempla un aumento significativo en las capacidades militares de sus miembros. La propuesta incluye la compra de miles de tanques y vehículos blindados, la expansión de la defensa aérea y la adquisición de millones de cartuchos de artillería. Así lo informó el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, en vísperas de la cumbre que se celebrará esta semana en La Haya.
El nuevo objetivo establece que los países aliados deberán destinar hasta un 5 % de su Producto Interno Bruto (PIB) a la defensa, cifra que más que duplica el 2 % acordado en 2014. Según Rutte, se trata de “un salto cuántico histórico y fundamental” para asegurar la capacidad disuasoria de la Alianza frente a un entorno de seguridad cada vez más complejo.
Desglose del presupuesto y prioridades
Del total, el 3,5 % se asignará al gasto militar directo, mientras que el 1,5 % restante se destinará a inversiones estratégicas como movilidad militar, ciberseguridad, cooperación civil-militar y resistencia frente a amenazas híbridas. Aunque el acuerdo entre los 32 países fue difícil, se espera que todos los aliados alcancen la meta antes de 2035. Se realizará una revisión intermedia en 2029.
El embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, urgió a los países a actuar de inmediato, argumentando que “los adversarios no esperarán a que estemos listos”. Añadió que Estados Unidos espera un crecimiento sostenido del gasto militar de sus socios año tras año.
Flexibilidad y presión diplomática
Cada país podrá definir su hoja de ruta hacia el cumplimiento del compromiso, aunque deberá presentar informes anuales. El nuevo mecanismo busca evitar el incumplimiento generalizado que marcó el acuerdo del 2 % en 2014. En su comunicación reciente con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, Rutte reiteró que el enfoque permitirá adaptaciones a contextos económicos nacionales, como el de España, que inicialmente expresó reservas.
Agenda de la cumbre y contexto geopolítico
La cumbre inicia formalmente este martes con reuniones entre ministros de Defensa y Relaciones Exteriores, con participación de funcionarios ucranianos. La sesión principal entre los jefes de Estado se celebrará el miércoles, con un formato reducido y directo para facilitar la participación del presidente estadounidense Donald Trump.
La declaración conjunta reafirmará que Rusia sigue siendo la principal amenaza a largo plazo para la seguridad euroatlántica. También se incluirá un respaldo firme a Ucrania, aunque sin insistir en su eventual adhesión a la OTAN. La ayuda financiera a Kiev se ha elevado este año de 20.000 a 35.000 millones de dólares, según confirmó Rutte.
En paralelo, el conflicto en Oriente Medio y el programa nuclear iraní también estarán presentes en la agenda. La Alianza mantiene su postura de que Irán no debe desarrollar armas nucleares y ha alertado sobre la creciente colaboración de Teherán con Rusia, en particular mediante el suministro de drones Shahed utilizados contra Ucrania.
