El líder norcoreano Kim Jong-un condenó los simulacros militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, y aseguró que su país acelerará la expansión de sus fuerzas nucleares para contrarrestar a sus rivales.
Las declaraciones, difundidas este martes por los medios estatales, se produjeron durante una visita de Kim al puerto occidental de Nampo, donde inspeccionó el Choe Hyon, un destructor de 5.000 toneladas presentado en abril y equipado con sistemas nucleares.

Los comentarios del dirigente llegan mientras Seúl y Washington desarrollan el ejercicio anual Ulchi Freedom Shield, de once días, con la participación de 21.000 soldados, incluidos 18.000 surcoreanos. Los aliados sostienen que se trata de maniobras defensivas, pero Pionyang las califica de ensayos de invasión.
Según la Agencia Central de Noticias Coreana (KCNA), Kim aseguró que las operaciones conjuntas han incorporado un “elemento nuclear” y denunció la “hostilidad y voluntad de desencadenar una guerra” de sus adversarios. En ese sentido, prometió “contramedidas proactivas y abrumadoras”.
El portavoz presidencial surcoreano, Kang Yu-jung, reiteró que los ejercicios “siempre han sido de carácter defensivo”, sin profundizar en las afirmaciones de Pionyang.
Las tensiones en la península coreana se han intensificado en los últimos años, con un acelerado programa nuclear norcoreano y una creciente cooperación de Kim con Moscú tras la invasión rusa a Ucrania.
En un intento por reducir la hostilidad, el presidente surcoreano Lee Jae Myung propuso restaurar el acuerdo militar intercoreano de 2018, suspendido en 2024 por incidentes fronterizos y campañas de propaganda. Dicho pacto había establecido zonas de amortiguación y restricciones militares para evitar enfrentamientos, pero fue abandonado por ambos países en medio de la escalada de tensiones.