El Gobierno de Israel dio luz verde este viernes a la operación impulsada por el primer ministro Benjamin Netanyahu para tomar el control de la Ciudad de Gaza, considerada el corazón del enclave palestino. Esta acción constituye el primer paso de un plan de “cinco principios” que, según el mandatario, busca poner fin a la guerra contra Hamás.
El plan incluye la asunción del control total de seguridad en el territorio, la expulsión del movimiento islamista y el desarme de sus milicias. Asimismo, contempla la creación de una administración civil alternativa que no esté vinculada ni a Hamás ni a la Autoridad Palestina, así como el retorno de todos los rehenes, vivos o muertos.
De acuerdo con la oficina del primer ministro, el Gabinete de Seguridad respaldó la propuesta con una mayoría de votos. En la reunión participaron, además de Netanyahu, los ministros de Defensa, Justicia, Asuntos Exteriores, Finanzas y Seguridad Nacional. La oposición, sin embargo, critica que la influencia de los ultraderechistas Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich haya empujado al gobierno hacia una medida “controvertida y de alto riesgo”.
Significado estratégico
Actualmente, Israel asegura controlar el 75 % de la Franja de Gaza. El 25 % restante —que incluye la Ciudad de Gaza y campos de refugiados en el centro del enclave— ha sido evitado en gran medida por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), ante la presunción de que la mayoría de los rehenes permanece en esa zona. Con esta operación, las FDI se preparan para entrar y consolidar el control del área, considerada clave para el desenlace del conflicto.