Cuatro meses después del primer anuncio del expresidente Donald Trump sobre la imposición de aranceles más altos, Estados Unidos ha comenzado a aplicar impuestos de importación a productos provenientes de más de 60 países, incluida la Unión Europea.
Aunque algunos países lograron reducir los porcentajes originales mediante acuerdos bilaterales, las nuevas tasas —que oscilan entre el 15% y el 50%— ya están en vigor. Brasil, por ejemplo, enfrenta un 50% de aranceles, en parte por tensiones políticas tras el caso Bolsonaro. La UE y Japón lograron rebajas a un 15%, mientras que otras naciones como Indonesia y Vietnam acordaron gravámenes del 20%.
Pero los mayores focos de incertidumbre siguen siendo China e India, cuyas negociaciones con Washington aún no han concluido. China enfrenta la amenaza de aranceles de hasta el 245% si no se llega a un acuerdo antes del 12 de agosto. Por su parte, India tiene 21 días para responder a una orden ejecutiva que podría duplicar sus tasas por seguir importando petróleo ruso.
En Europa, Suiza también está bajo presión. Sin un acuerdo cerrado, los productos suizos podrían enfrentar aranceles del 39%. El Consejo Federal suizo convocó una reunión de emergencia tras el fallido intento diplomático en Washington.
Exportadores, empresarios y gobiernos advierten sobre los efectos adversos de esta medida en plena reconfiguración del comercio global.
