Washington D.C., EE.UU.— Las políticas de deportación masiva de Donald Trump, centradas en redadas del Servicio de Inmigración (ICE) incluso en iglesias, están resquebrajando uno de sus pilares electorales: el voto evangélico. Los latinos, clave en este grupo religioso y víctimas principales de las detenciones, comienzan a retirar su apoyo al republicano, mientras pastores y líderes evangélicos luchan contra reloj para proteger a sus fieles indocumentados.
El giro de los evangélicos latinos
En 2024, el 50% de los evangélicos latinos votaron por Trump, atraídos por su agenda conservadora contra el aborto y en favor de la "familia tradicional". Pero hoy, las redadas indiscriminadas —que han separado familias y arrestado a feligreses en lugares de culto— están cambiando las lealtades. “Muchos se arrepienten. Ven que las promesas de solo perseguir criminales eran falsas”, afirma Lloyd Barba, experto en religión de la Universidad Amherst.
Los latinos representan el 15% de los evangélicos en EE.UU. (unos 9 millones), el segmento de más rápido crecimiento. “No son delincuentes: trabajan, van a la iglesia, tienen negocios. Esto es una cacería”, denuncia el reverendo Gabriel Salguero, presidente de la Coalición Nacional de Latinos Evangélicos (NALEC), quien critica que las acciones del ICE “van más allá de lo moralmente aceptable”.
Manuales de supervivencia y pastores en la mira
Ante el miedo, iglesias evangélicas han distribuido guías para enfrentar redadas, con instrucciones como: “Pida una orden judicial y recuerde: este es un lugar de culto”. Pero el temor es tangible: 32 pastores indocumentados bajo supervisión del obispo Ebli De La Rosa (Iglesia de Dios de la Profecía) están en riesgo de deportación. “Algunos predican con las puertas cerradas. Es desgarrador”, confiesa De La Rosa, quien prepara a feligreses para reemplazar a líderes deportados.
La fractura interna: entre el dogma y la humanidad
Mientras la Asociación Nacional de Evangélicos (NAE) aplaude políticas de Trump como el recorte de derechos LGBTQ+, también condena el “racismo” y la deportación de refugiados. “Lamentamos la injusticia racial dentro de la Iglesia”, admite Walter Kim, presidente de la NAE, en un inusual mea culpa.
El conflicto migratorio expone una grieta: los evangélicos blancos (80% pro-Trump) priorizan agendas conservadoras, mientras los latinos, muchos con raíces migrantes, exigen compasión. “Apoyamos leyes justas, pero esto es crueldad”, insiste Salguero, quien en 2020 votó por Trump pero hoy lidera protestas.
Consecuencias políticas y humanitarias
- Refugiados bloqueados: Trump canceló programas de asilo, dejando en limbo a miles.
- Ayuda recortada: La eliminación de fondos de USAID, impulsada por Elon Musk, podría aumentar la migración al hundir economías locales.
- Elecciones 2024: Salguero revela que feligreses le dicen: “Me arrepiento de mi voto”, una señal alarmante para el GOP.