Cerca de 7,9 millones de ciudadanos bolivianos, dentro y fuera del país, están habilitados para votar este domingo en unas elecciones generales que renovarán al presidente, vicepresidente y los 166 miembros de la Asamblea Legislativa Plurinacional para el periodo 2025-2030.
Los comicios se desarrollan en un escenario de desaceleración económica, tensiones sociales y un oficialismo fragmentado, lo que abre la posibilidad de un giro hacia el centro o la derecha tras dos décadas de dominio del Movimiento al Socialismo (MAS).
De acuerdo con el padrón electoral, 7.567.207 personas sufragarán en territorio nacional, mientras que 369.308 lo harán en el exterior, aunque en este último caso solo votarán por la fórmula presidencial y sin carácter obligatorio.
La oposición en ascenso
Ocho organizaciones políticas participan en la contienda, pero las encuestas perfilan como favoritos a dos candidatos opositores: el empresario de centroderecha Samuel Doria Medina y el expresidente derechista Jorge “Tuto” Quiroga (2001-2002). Ambos podrían disputar una inédita segunda vuelta si ninguno supera el 50 % de los votos válidos o el 40 % con una ventaja de al menos diez puntos sobre el segundo, como establece la Constitución de 2009.
De concretarse el balotaje, sería la primera vez que Bolivia define a su presidente en una segunda vuelta.
Un oficialismo debilitado
Las divisiones internas han debilitado al MAS. El actual ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y Andrónico Rodríguez, presidente del Senado, aparecen relegados en los sondeos. Morales, quien gobernó entre 2006 y 2019, quedó fuera de la carrera al no poder ser habilitado por la restricción constitucional que impide su reelección.
El exmandatario llamó a sus seguidores a impulsar el voto nulo, generando protestas y aumentando la incertidumbre en un escenario donde también pesa un alto porcentaje de indecisos y votos blancos. No obstante, por norma, solo se contabilizan los sufragios válidos para definir los resultados.


La jornada electoral
Las mesas de votación abrirán a las 8:00 hora local (12:00 GMT) y funcionarán durante ocho horas continuas o hasta que el último ciudadano en fila emita su voto. En Bolivia el sufragio es obligatorio, y los votantes recibirán un certificado que deberán presentar para realizar trámites en instituciones públicas y bancarias durante los 90 días siguientes.
El Tribunal Supremo Electoral utilizará el Sistema de Transmisión de Resultados Preliminares (Sirepre), ya probado en simulacros en los nueve departamentos, para difundir información al término de la jornada.
Asimismo, 14 misiones internacionales —entre ellas la de la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos—, además de cinco delegaciones nacionales, supervisarán el proceso.
Desde el jueves rige el silencio electoral y el denominado “auto de buen gobierno”, que prohíbe reuniones masivas, venta de alcohol y, durante este domingo, la circulación de vehículos sin autorización.