Estados Unidos y Ucrania concretaron este 30 de abril un acuerdo que garantiza a Washington acceso preferencial a los recursos minerales críticos del país europeo, en el marco de un fondo de inversión para la reconstrucción ucraniana durante la guerra con Rusia. El pacto, resultado de meses de negociaciones tras tensiones entre los presidentes Volodímir Zelenski y Donald Trump en febrero, busca equilibrar intereses económicos y estratégicos.
Fondo de reconstrucción y acceso a recursos
El acuerdo establece la creación de un "fondo de inversiones para la reconstrucción", financiado con el 50% de los ingresos de nuevas licencias en minerales esenciales, petróleo y gas, según detalló Yulia Svyrydenko, viceprimera ministra ucraniana. Este fondo será gestionado conjuntamente por ambos países y priorizará inversiones estadounidenses en la extracción de tierras raras, aunque Ucrania mantendrá el control soberano sobre sus recursos naturales.
Beneficios y condiciones clave
- Reinversión local: Durante la primera década, los beneficios del fondo se reinvertirán exclusivamente en proyectos dentro de Ucrania.
- Exclusión de deuda histórica: El texto no reconoce como deuda la ayuda militar previa de EE. UU. (US$72.000 millones desde 2022, según el Instituto Kiel), un punto que Trump buscaba incluir.
- Sin garantías de seguridad: Aunque Kiev deseaba compromisos explícitos de protección, el acuerdo confía en que la presencia de empresas estadounidenses impulse indirectamente el interés de Washington en la seguridad ucraniana.
Contexto estratégico
El Departamento del Tesoro estadounidense resaltó que el pacto fortalecerá la colaboración bilateral para acelerar la recuperación económica de Ucrania, combinando "activos, talentos y capacidades mutuas". Por su parte, el primer ministro Denys Shmyhal lo calificó como un acuerdo "igualitario" que evitará la fuga de capitales durante la fase crítica de reconstrucción.
Recursos críticos en juego
Ucrania alberga más de 20 de las 30 materias primas consideradas estratégicas por la Unión Europea, esenciales para tecnología limpia, electrónica y defensa, con cerca del 5% de las reservas globales. Este potencial atrajo a EE. UU., que busca diversificar sus cadenas de suministro frente a competidores como China.
Tensiones previas y futuro incierto
El acuerdo llega tras el congelamiento temporal de ayuda militar por Trump en marzo, quien exigía compensaciones por el apoyo previo. Aunque el pacto no vincula la asistencia futura, señala que contribuciones militares estadounidenses podrán contabilizarse como aportes al fondo. La implementación dependerá de la estabilidad política, en un escenario donde la inversión extranjera en zonas de conflicto sigue siendo un desafío.