La Casa Blanca anunció este martes que Rusia y Ucrania han alcanzado un acuerdo bilateral para suspender los ataques contra infraestructuras energéticas mutuas y garantizar la navegación segura en el mar Negro, en lo que constituye el primer pacto significativo entre ambas naciones desde julio de 2022.
Un compromiso mediado por Washington
El anuncio se produjo tras intensas negociaciones diplomáticas conducidas por una delegación estadounidense que mantuvo encuentros consecutivos con representantes rusos en Riad (Arabia Saudí) ayer, y con la parte ucraniana esta mañana. Según el comunicado oficial, ambas partes se han comprometido por separado con Estados Unidos, que actuará como garante y supervisor del cumplimiento.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, confirmó que Kiev respalda plenamente los dos acuerdos y considera que han entrado en vigor desde el momento en que Washington los comunicó oficialmente. Por su parte, el Kremlin también ha ratificado su adhesión a los pactos, cerrando así un círculo diplomático que parecía improbable hace apenas días, cuando el pesimismo dominaba la mesa negociadora.
Alcance y condiciones del acuerdo
El pacto contiene dos componentes principales: la suspensión de hostilidades contra infraestructuras energéticas y la garantía de navegación segura en el mar Negro. Sin embargo, existe cierta ambigüedad respecto a la duración del acuerdo. Mientras una parte del comunicado indica que los acuerdos no especifican un plazo determinado, otra sección menciona un período inicial de 30 días que habría comenzado el 18 de marzo.
El ministro de Defensa ucraniano, Rustem Umerov, ha establecido una línea roja clara al señalar que su país "consideraría cualquier movimiento de buques de guerra por parte de Rusia más allá del este del mar Negro como una violación de los pactos" y que, en tal caso, "tendría derecho a la autodefensa".
Implicaciones económicas y comerciales
Un aspecto significativo de los acuerdos es el compromiso de Estados Unidos para "ayudar a Rusia a restablecer sus exportaciones agrícolas y de fertilizantes", que han estado limitadas por las restricciones occidentales impuestas tras la invasión. Esta concesión podría interpretarse como un incentivo para la participación rusa en el acuerdo.
El pacto sobre el mar Negro tiene especial relevancia para la seguridad alimentaria global, ya que esta vía marítima es crucial para la exportación de cereales ucranianos y rusos hacia mercados internacionales, particularmente hacia naciones dependientes de África y Oriente Medio.
Primer acuerdo desde el pacto de granos
Este alto el fuego representa el primer acuerdo significativo entre Kiev y Moscú desde julio de 2022, cuando, pocos meses después del inicio de la invasión a gran escala, se logró un pacto para proteger las exportaciones de grano a través del mar Negro, bajo mediación de Turquía y Naciones Unidas. Aquel acuerdo estuvo operativo durante un año, hasta que Rusia decidió no renovarlo en julio de 2023.
La comunidad internacional observa con cautela este nuevo desarrollo diplomático, que si bien no aborda las cuestiones fundamentales del conflicto, podría representar un primer paso hacia la desescalada en áreas específicas con impacto humanitario y económico global. Los próximos días serán cruciales para determinar si ambas partes respetan efectivamente los términos acordados y si esto podría abrir espacio para negociaciones más amplias.