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Estados Unidos lanza ataque contra tres instalaciones nucleares en Irán

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En una operación militar conjunta con Israel, Estados Unidos lanzó un ataque aéreo este sábado contra tres instalaciones nucleares iraníes —Fordo, Natanz e Isfahán—, según anunció el presidente Donald Trump en un mensaje televisado. Según el mandatario, la misión fue un “éxito militar espectacular”, con todos los aviones regresando de forma segura. El objetivo principal era “destruir la capacidad de enriquecimiento de uranio de Irán y detener la amenaza nuclear” que representa, describió Trump.

El secretario de Defensa estadounidense, Peter Hegseth, precisó que se emplearon bombarderos B‑2 equipados con municiones GBU‑57A/B “rompe‑búnkeres” (MOP), utilizadas por primera vez en una misión operativa. En total, se lanzaron cerca de 75 armas de precisión, incluidos 14 MOP, durante la que se denominó “Operación Martillo de Medianoche”.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, declaró que la ofensiva fue altamente clasificada y coordinada para mantener el factor sorpresa. Se utilizó un misil Tomahawk en Isfahán para asegurar la efectividad del ataque, obteniéndose “impacto preciso sin detección previa” por los sistemas antiaéreos iraníes.

Por su parte, Irán consideró la agresión como una “grave violación” de la Carta de la ONU, el derecho internacional y el Tratado de No Proliferación Nuclear. El ministro de Exteriores Abbás Araghchi advirtió que la nación persa “se reserva todas las opciones para defender su soberanía y proteger a su pueblo”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, respaldó públicamente la operación y elogió la colaboración con Estados Unidos: “El presidente Trump y yo hemos actuado unidos para negar al régimen más peligroso del mundo sus armas más peligrosas”. Añadió que “primero viene la fuerza, luego la paz”.

Irán, por su parte, negó que el ataque haya destruido completamente las instalaciones subterráneas. Autoridades locales reportaron explosiones en túneles de Natanz e Isfahán, aunque afirmaron que los materiales nucleares críticos fueron retirados y que la operación no habría comprometido estructuras esenciales.

Este ataque representa una escalada significativa en el conflicto Israel‑Irán, que comenzó el 13 de junio con bombardeos mutuos. Ahora, la intervención directa de Estados Unidos introduce nuevos riesgos regionales. Sectores como los hutíes en Yemen han anunciado amenazas contra buques estadounidenses si continúa la intervención en favor de Israel. Mientras tanto, Washington cuenta con aproximadamente 40,000 tropas en la región, preparadas para posibles represalias iraníes.

Analistas advierten que la situación podría desencadenar una escalada inmediata en toda la región, con impacto potencial en la seguridad global y los mercados energéticos, y subrayan que el próximo movimiento de Irán será determinante para el futuro de las hostilidades y la estabilidad en Medio Oriente.