El cambio climático no solo altera ecosistemas, también está reescribiendo el mapa de las enfermedades infantiles. En el Hospital Infantil Regional Arturo Grullón de Santiago, el 70% de las camas están ocupadas por niños con bronquiolitis, crisis asmáticas severas y cuadros gastrointestinales agudos. La doctora Alicia Rivas Villalona, directora del centro, no duda en vincular este auge con los patrones climáticos erráticos: "Los virus se reactivan con las fluctuaciones extremas de temperatura y humedad. Niños, especialmente los no vacunados, son las primeras víctimas".
El rostro de la crisis:
Entre los casos más graves, lactantes con estatus asmático que requieren ventilación mecánica y menores deshidratados por vómitos y diarreas. "A veces, a pesar de los protocolos, la situación se nos escapa", admite Rivas, mientras en las salas de emergencia, madres como Carmen Pérez relatan su angustia: "Mi hijo lleva tres días con fiebre y tos. Nunca había visto tantos niños enfermos a la vez".
Influenza A: Un brote fuera de tiempo
Aunque diciembre y enero suelen ser los meses críticos para la influenza, este febrero ha traído una sorpresa letal: un repunte atípico de Influenza A en menores de dos años. "Es inusual. El virus parece aprovechar la vulnerabilidad climática", explica un médico de turno que prefiere el anonimato. Las camas se llenan, y el personal sanitario trabaja contra reloj.
Vacunación: La brecha que mata
Rivas subraya un patrón claro: los niños con esquemas vacunales incompletos enfrentan cuadros más graves. "Una dosis puede ser la línea entre la UCI y la recuperación en casa", insiste, mientras el Ministerio de Salud Pública reitera el llamado a completar calendarios. Pero en comunidades marginadas, el acceso a vacunas sigue siendo un desafío.
Lluvias y enfermedades: Un cóctel peligroso
Las recientes precipitaciones no solo alimentan ríos, también incuban amenazas. El Ministerio alerta sobre leptospirosis en aguas estancadas y dengue en recipientes olvidados. "Tapemos tanques, usemos cloro, eliminemos criaderos. La prevención salva vidas", advierten las campañas. Sin embargo, en barrios inundables, las medidas chocan con la realidad: falta de alcantarillado y hacinamiento.
¿Qué viene?
Mientras los científicos estudian cómo el calentamiento global está reconfigurando los ciclos virales, los pediatras piden no subestimar síntomas. "Una 'gripe mala' puede ser influenza o bronquiolitis. Llevemos a los niños al médico ante la primera señal", concluye Rivas. En Santiago, cada lluvia trae ahora una pregunta: ¿Qué nuevo virus despertará el clima?