El Salvador concluyó el año 2024 con un total de 114 homicidios, marcando un promedio diario de 0.3 asesinatos, lo que ha sido calificado como un récord histórico de seguridad. En el mes de diciembre, solo se registró un asesinato, lo que hizo que este fuera considerado el mes más seguro en la historia del país.
El presidente Nayib Bukele celebró estos logros en su cuenta de X, destacando que El Salvador ahora tiene una tasa de 1.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, lo que lo coloca como el país más seguro del hemisferio occidental, después de haber sido uno de los más inseguros del mundo en años anteriores. Bukele destacó que, de haberse mantenido la tasa de homicidios de diciembre en todo el año, El Salvador podría competir por ser el país más seguro del mundo.
Este notable descenso en la violencia es el resultado de políticas implementadas desde 2022, cuando el gobierno aprobó un estado de excepción para combatir las pandillas que durante más de tres décadas habían controlado gran parte del territorio, extorsionando a miles de ciudadanos y cometiendo numerosos asesinatos.
Las pandillas operaban en el 90% del territorio, pero tras la instauración del estado de excepción, que suspende derechos fundamentales como el de ser informado sobre los motivos de la detención y permite intervenciones de telecomunicaciones sin orden judicial, la seguridad se ha incrementado, aunque organizaciones defensoras de los derechos humanos han registrado más de 6,000 denuncias por abusos bajo este régimen, incluyendo muertes en custodia de las autoridades.
El Salvador había sido uno de los países más violentos del mundo, con más de 6,600 asesinatos en 2015. Sin embargo, las políticas implementadas por el gobierno de Bukele han logrado reducir drásticamente los homicidios, comparado con los 214 registrados en 2023.