El papa Francisco enfrentó un grave revés en su recuperación tras sufrir una "crisis respiratoria aislada" este viernes en el hospital Gemelli de Roma. Según el boletín vaticano, el episodio incluyó un broncoespasmo, vómito con inhalación y un empeoramiento súbito de su cuadro. Los médicos realizaron una aspiración bronquial de urgencia y aplicaron ventilación mecánica no invasiva, logrando una "buena respuesta" en el intercambio de oxígeno. El pronóstico sigue siendo reservado, con 24-48 horas críticas para evaluar el impacto.
15 días de hospitalización:
El pontífice, de 88 años, cumple dos semanas internado por una neumonía bilateral que comenzó como bronquitis. Aunque el Vaticano reportó mejoría en días anteriores —resaltando que lee periódicos y sigue fisioterapia—, su cuadro clínico sigue siendo “complejo”. Los médicos exigen "más días de estabilidad" para definir su evolución.
Cambios en agenda religiosa:
Por primera vez desde su elección, Francisco no presidirá el Miércoles de Ceniza (5 de marzo), simbolizando el inicio de la Cuaresma. El cardenal Angelo De Donatis lo reemplazará en la ceremonia. Entre marzo y abril, el Papa también podría ausentarse de al menos cuatro eventos clave, incluidos ejercicios espirituales de la Curia Romana y misas jubilares.
En alerta por protocolos:
La crisis ocurrió tras una mañana de fisioterapia y oración en la capilla del hospital. Aún con oxígeno a flujos reducidos, el Vaticano insiste en que su condición muestra “mejoría” clínica, pero advierte que las próximas horas son cruciales. Mientras tanto, la Iglesia ajusta su calendario litúrgico y millones de fieles elevan oraciones por su recuperación.