El empresario ruso Pavel Durov, fundador de la aplicación de mensajería encriptada Telegram, ha anunciado que repartirá su fortuna entre más de 100 hijos, muchos de ellos nacidos mediante donación de esperma en distintos países. La sorprendente revelación fue hecha en una entrevista con la revista francesa Le Point, en la que Durov abordó temas familiares, legales y filosóficos.
Con más de mil millones de usuarios activos al mes, Telegram se ha convertido en uno de los servicios de mensajería más influyentes del mundo, y Durov, su único accionista, ha amasado una fortuna multimillonaria. Ahora planea distribuirla entre su descendencia, aunque bajo una condición estricta: ninguno de sus hijos podrá acceder a la herencia antes de 30 años.
"Quiero que vivan como personas normales, que se construyan por sí mismos, que aprendan a confiar en sus capacidades y no en una cuenta bancaria", explicó. Según detalló, además de seis hijos biológicos nacidos de tres relaciones distintas, ha contribuido al nacimiento de más de 100 niños en 12 países mediante inseminación artificial.
Durov justificó la necesidad de un testamento claro asegurando que no quiere “que se destrocen unos a otros después de mi muerte” y advirtió que su lucha por la privacidad y las libertades individuales le ha granjeado enemigos poderosos: “Incluso dentro de los Estados”.
Actualmente afincado en Dubái, Durov fue detenido en Francia en 2024 bajo acusaciones de no haber actuado con suficiente firmeza frente al uso delictivo de su plataforma. Él las califica de absurdas: “El hecho de que criminales usen nuestra aplicación, como muchas otras, no nos convierte a nosotros en criminales”.
