Un círculo multicolor —azul, rosa y verde— irrumpió sin aviso en WhatsApp, Instagram y otras apps de Meta, desatando críticas globales. Más que un botón estético, se trata de Meta AI, el asistente de inteligencia artificial que la empresa integró de forma predeterminada en marzo y que, según usuarios y organizaciones, "viola la privacidad al no permitir su desactivación".
La queja central: falta de consentimiento
Kleanthi Sardeli, abogada de la ONG europea NOYB, lo resume sin ambages: "Meta evade su obligación legal de pedir autorización. Al activar esta función por defecto, fuerza a los usuarios a aceptar términos opacos sobre el uso de sus datos". El problema no es solo la imposición, sino la opacidad: la empresa no detalla cómo procesa la información a través de su modelo Llama, el cerebro tras el chatbot.
Fatiga de IA y resistencia en la UE
Foros como Reddit hierven con tutoriales para eliminar el ícono —misión casi imposible—, mientras la eurodiputada eslovaca Veronika Cifrová Ostrihoňová interpela a la Comisión Europea: ¿cumple Meta con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD)? La duda surge tras el historial de la empresa, criticada antes por usar datos europeos para entrenar IA salvo que los usuarios se opusieran explícitamente.
¿Cómo neutralizar (parcialmente) el círculo?
- En WhatsApp, mantener pulsado el chat de Meta AI y seleccionar "silenciar".
- Enviar una objeción formal al procesamiento de datos mediante formulario específico.
- Alternativas como revertir a versiones antiguas de la app (solo Android) conllevan riesgos de seguridad, según expertos.
Meta AI: expansión y alcance
Desplegado primero en EE.UU. en 2023, el chatbot llegó a Europa este año en seis idiomas (español, francés, alemán, italiano, portugués e hindi) y se integra incluso en las gafas Ray-Ban Meta en países como Alemania y Bélgica. La empresa lo promociona como un asistente versátil: desde planificar viajes hasta resolver debates triviales.
El dilema de fondo: ¿Quién controla los datos?
Sardeli insiste: "Bajo el RGPD, los usuarios deben entender exactamente cómo se usan sus datos. Meta no solo oculta esto, sino que manipula la arquitectura de sus apps para normalizar la vigilancia". Con la "fatiga de IA" en aumento y reguladores europeos en alerta, el círculo de Meta podría convertirse en el símbolo de una batalla mayor: la lucha por el consentimiento genuino en la era digital.
