La relación entre Colombia y Estados Unidos entró en terreno inexplorado este lunes: el gobierno de Donald Trump anunció el congelamiento indefinido de trámites de visas para colombianos en represalia por la decisión del presidente Gustavo Petro de rechazar dos vuelos militares con migrantes deportados. La medida, calificada como "sin precedentes" por analistas, marca el primer choque frontal entre ambos países desde el regreso del republicano a la Casa Blanca y expone una brecha ideológica que podría escalar.
El detonante: aviones militares y un tuit de madrugada
Todo comenzó en la madrugada del domingo, cuando Petro publicó en X: "EE.UU. no puede tratar como delincuentes a migrantes colombianos. Desautorizo la entrada de sus aviones". Horas antes, Colombia había negado el aterrizaje a un vuelo militar estadounidense que transportaba a deportados, exigiendo que los traslados se hicieran en "aviones civiles, con dignidad". La reacción de Washington fue inmediata: "Cerramos la sección de visas en Bogotá a partir de este lunes. Habrá más represalias", advirtió una fuente del Departamento de Estado a medios locales.
El mensaje de Petro no era solo simbólico. Según fuentes de Migración Colombia, el gobierno exige que EE.UU. cumpla un protocolo antes de recibir deportados:
- Verificar la nacionalidad real de los migrantes (hubo casos de deportaciones erróneas).
- Garantizar que no sean enviados a regiones controladas por grupos armados.
- Evitar el uso de aeronaves militares, asociadas a un "trato carcelario".
Impacto inmediato: caos en solicitudes de visas
El cierre de la sección de visas en la embajada estadounidense en Bogotá afecta directamente a miles de colombianos:
- Turistas: 45,000 visas aprobadas en 2024.
- Estudiantes: 12,000 colombianos viajaron a EE.UU. con visa F-1 el año pasado.
- Trabajadores temporales: Sectores como tecnología y agricultura dependen de programas como H-2A.
"Llevo un año ahorrando para visitar a mi hijo en Miami. Ahora todo se paraliza", lamenta María Gómez, una de las 8,000 personas con citas canceladas esta semana.
Trump vs. Petro: el fondo ideológico
El conflicto trasciende lo logístico. Para la administración Trump, que desde su llegada el 20 de enero ha deportado a 15,000 latinoamericanos, la postura de Petro es un "acto de insubordinación" en su estrategia de mano dura migratoria. Para el mandatario colombiano, es una cuestión de soberanía: "No recibiremos a nadie en aviones militares. Colombia se respeta", insistió en otro tuit, donde también criticó el "trato inhumano" a deportados esposados y custodiados como presos.
No es el primer roce: en 2024, Petro congeló la extradición de narcos a EE.UU. y criticó la "hipocresia" de la guerra antidrogas. Pero sí es la primera vez que Washington responde con sanciones concretas.
México: el precedente que no escaló
Un episodio similar ocurrió el sábado, cuando México rechazó temporalmente un vuelo de deportados, pero el asunto se resolvió tras horas de negociación. "Fue un error administrativo", declaró el canciller mexicano, evitando confrontar a Trump. Petro, en cambio, optó por la línea dura: "No somos un patio trasero", dijo a su gabinete, según filtraciones.