El Congreso de Perú destituyó este viernes a la presidenta Dina Boluarte mediante un procedimiento exprés que aglutinó cuatro mociones de vacancia, declarando su "incapacidad moral permanente" para enfrentar la creciente inseguridad ciudadana y el auge del crimen organizado, a escasos seis meses de las elecciones generales de 2026.
La medida fue aprobada con 122 votos a favor de un total de 130, superando ampliamente los 87 requeridos para su éxito. La mandataria se negó a presentarse ante el hemiciclo para ejercer su derecho a defensa durante la sesión maratónica.
Proceso exprés y ausencia de la presidenta
"En consecuencia ha sido aprobada la vacancia de la presidenta de la República", anunció el jefe del Congreso, José Jerí, tras confirmar la ausencia de Boluarte. Uno de sus abogados, Juan Carlos Portugal, justificó la decisión argumentando que el Congreso había renunciado a las "garantías constitucionales y procesales" al no otorgar un "plazo razonable" para preparar la defensa.
Fin de un mandato turbulento
Boluarte, primera mujer en presidir Perú, concluye así un mandato de dos años y diez meses que inició en diciembre de 2022 tras la destitución del izquierdista Pedro Castillo, de quien era vicepresidenta. Paradójicamente, su salida fue promovida por las mismas fuerzas de derecha que originalmente la mantuvieron en el poder.
Contexto legal y consecuencias
La destitución implica que Boluarte pierde el fuero presidencial y podrá ser enjuiciada por tres investigaciones pendientes:
- Represión de protestas que dejó medio centenar de muertos
- Presunto abandono de cargo por operarse la nariz sin avisar al Congreso
- El caso "Rolexgate" por posesión de joyas de lujo no declaradas
Con esta decisión, Perú se prepara para un nuevo cambio de liderazgo mientras continúa su inestabilidad política crónica, sumándose a expresidentes como Alejandro Toledo, Ollanta Humala y el propio Pedro Castillo que enfrentan procesos judiciales.