Varios aeropuertos estadounidenses registran retrasos y cancelaciones debido a la escasez de personal provocada por el cierre parcial del gobierno, que mantiene a cientos de miles de empleados federales sin percibir sus salarios.
La Administración Federal de Aviación (FAA) reportó afectaciones en casi una docena de terminales aéreas por la falta de controladores de tráfico aéreo, mientras que el portal FlightAware contabilizó aproximadamente 10,000 vuelos retrasados entre el lunes y martes.
Impacto operacional y medidas de seguridad
El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó desde el aeropuerto de Newark (Nueva Jersey) un "leve" aumento en las ausencias por enfermedad entre controladores aéreos. "Quiero que los vuelos no se retrasen. No quiero que se cancelen, pero nuestras prioridades son la seguridad", expresó el funcionario.
Duffy advirtió que, de incrementarse las ausencias, el tráfico aéreo será reducido "de acuerdo con un índice que sea seguro para el pueblo estadounidense". La FAA alertó que las demoras podrían intensificarse en los próximos días si persiste la crisis de personal.
Contexto político y laboral
El cierre gubernamental, resultado del estancamiento legislativo sobre el presupuesto federal, afecta particularmente al sector de aviación. Pese a ser considerados trabajadores "esenciales", los controladores aéreos continúan laborando sin recibir pago.
La crisis se profundizó cuando los demócratas votaron por sexta vez contra una propuesta republicana para extender los presupuestos temporales. Un memorándum de la Casa Blanca indica que los empleados suspendidos no tienen garantizado el pago retroactivo, lo que podría significar pérdidas salariales permanentes para miles de trabajadores federales.
La situación mantiene en vilo al sistema de transporte aéreo nacional mientras persiste la parálisis presupuestaria en el Congreso.