Al menos dos personas, entre ellas un bebé, perdieron la vida durante un ataque ruso nocturno contra la capital ucraniana, donde por primera vez resultó dañado un edificio gubernamental, según confirmaron las autoridades locales.
El alcalde Vitali Klitschko informó que un incendio se desató en la sede del Gabinete de Ucrania, que alberga los despachos de los ministros, tras el derribo de un dron cuyos restos impactaron en la estructura. Aunque Rusia ha lanzado múltiples ataques contra Kiev desde el inicio de la invasión, nunca antes un edificio gubernamental del centro de la ciudad había resultado alcanzado.
La primera ministra, Yulia Svyrydenko, aseguró que los daños afectaron el tejado y los pisos superiores del complejo:
“Restauraremos los edificios, pero las vidas perdidas no pueden ser devueltas. El mundo debe responder a esta destrucción no sólo con palabras, sino con hechos”.
Escalada de ataques
De acuerdo con las Fuerzas Armadas ucranianas, Rusia lanzó 823 ataques entre sábado y domingo, de los cuales 751 fueron interceptados. Sin embargo, nueve misiles y 54 drones de ataque impactaron en distintos puntos del país.
En Kiev, además de las dos víctimas mortales —un bebé y una joven—, 17 personas resultaron heridas, siete de ellas hospitalizadas. Los servicios de rescate buscan aún a una tercera víctima en el distrito de Sviatoshynskyi, donde varios edificios residenciales y vehículos se incendiaron.
Ciudades como Dnipro, Krivói Rog, Kremenchuk y Odesa también sufrieron ataques, con al menos cuatro heridos y daños en infraestructuras, empresas y viviendas, según el Servicio Estatal de Emergencias.
Reacciones internacionales
El ataque ha provocado indignación internacional. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, acusó a Moscú de “burlarse de la diplomacia”, mientras que el canciller español, José Manuel Albares, expresó en la red X su solidaridad con las víctimas.
En Washington, el presidente estadounidense Donald Trump confirmó que prepara una segunda ronda de sanciones contra Rusia tras lo ocurrido.
Este es el segundo gran ataque contra Kiev en dos semanas y marca una peligrosa escalada en la ofensiva rusa, al impactar por primera vez un edificio central del gobierno ucraniano.
