La Asamblea Nacional de Madagascar aprobó este martes la destitución del presidente Andry Rajoelina, en una votación extraordinaria que desató una crisis constitucional después de que el mandatario intentara disolver la Cámara Baja mediante decreto y huyera a un "lugar seguro" ante el avance de las protestas y una rebelión militar.
Con 130 votos a favor de 131 diputados presentes, el pleno de la Asamblea —cuya disolución fue decretada horas antes por Rajoelina— procedió a su destitución, en medio de una grave crisis política y social que mantiene en vilo al país insular. El vicepresidente del legislativo, Siteny Randrianasoloniaiko, declaró que el decreto presidencial carecía de validez por ausencia de sello oficial y firma.
Rajoelina, de 51 años, confirmó en un video difundido el lunes que se había trasladado a un "lugar seguro" para proteger su vida, tras conocerse informaciones de que habría abandonado Madagascar en un avión militar francés. En sus redes sociales, justificó la disolución de la Cámara como "necesaria para restablecer el orden y fortalecer la democracia".
La crisis se agravó cuando el Cuerpo de Administración de Personal y Servicios del Ejército (CAPSAT) —misma unidad que apoyó el golpe de Estado que llevó a Rajoelina al poder en 2009— anunció el control de las Fuerzas Armadas y se unió a las masivas protestas antigubernamentales, que comenzaron el 25 de septiembre contra los cortes de agua y luz y derivaron en exigencias de renuncia del presidente.
La Presidencia tachó de "nula y sin valor" la decisión de la Asamblea, en un comunicado que advirtió sobre la falta de base legal de la sesión. La situación genera un vacío de poder en el país, en lo que constituye el mayor desafío para Rajoelina desde su reelección en 2023.
