En el marco del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible, centenares de mujeres marcharon este domingo en México, Colombia, Brasil y Ecuador para reclamar la plena legalización del procedimiento, sin desigualdades geográficas ni sociales.
México: avances legales, pero con barreras
En la Ciudad de México, la Glorieta de las Mujeres que Luchan se convirtió en epicentro de la protesta. Los colectivos denunciaron que, aunque en septiembre de 2023 la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional la penalización del aborto a nivel federal, ocho estados aún mantienen restricciones en sus códigos penales.
“Que esté despenalizado no significa que todas puedan acceder. Falta que se garantice de manera segura y gratuita”, dijo a EFE Clarisa, integrante del grupo socialista-feminista Rosas Rojas.
Brasil: restricciones legales y presión religiosa
En Brasil, las manifestantes exigieron que el aborto sea garantizado como un derecho de salud pública. Actualmente, solo es legal en casos de violación, riesgo de vida para la mujer o anencefalia fetal.
Pese a ello, pocos hospitales realizan los procedimientos autorizados, y las mujeres —especialmente jóvenes y de sectores vulnerables— enfrentan además la presión de grupos religiosos. “Cada día más mujeres pobres y negras mueren por no tener acceso al aborto”, denunció Ana Suelí Ferreira, del Grupo de Mujeres del Noroeste de São Paulo.
Según el Ministerio de Salud, los abortos legales aumentaron un 71 % en los últimos cinco años, pasando de 1.570 en 2018 a 2.687 en 2023.
Ecuador y Colombia: el derecho a decidir
En Quito, unas 300 personas se concentraron en el parque El Arbolito, cerca de la Asamblea Nacional. Allí, el movimiento Justa Libertad vinculó el derecho a decidir sobre el cuerpo con la defensa de los territorios y los pueblos indígenas.
En Colombia, las protestas recordaron que, a pesar de que la Corte Constitucional despenalizó el aborto hasta la semana 24 en 2022, persisten barreras administrativas y sociales que afectan principalmente a mujeres rurales, indígenas, migrantes, así como a hombres trans y personas no binarias.
“La principal traba es que muchos profesionales no diferencian su opinión personal de su deber ético y profesional”, señaló la ginecóloga Laura Gil, del Grupo Médico por el Derecho a Decidir.
Un panorama desigual en la región
En América Latina, el acceso al aborto sigue siendo profundamente desigual. Mientras Argentina, Uruguay, Cuba y México han avanzado en la despenalización, en países como El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Haití y Surinam la interrupción voluntaria del embarazo continúa prohibida en todas sus formas, incluso cuando la vida de la mujer está en riesgo.