El creciente brote del virus chikungunya en China, que ya supera los 7,000 casos confirmados, ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias internacionales, que siguen de cerca su evolución y evalúan la situación en cada país.
El chikungunya es una infección viral transmitida por la picadura de mosquitos infectados, principalmente Aedes aegyptiy Aedes albopictus. A diferencia de otras enfermedades, no se contagia de persona a persona. Los insectos que lo propagan suelen picar durante el día y se reproducen en agua estancada cercana a las viviendas.
Síntomas y evolución de la enfermedad
Los signos más comunes aparecen entre dos y siete días después de la picadura: fiebre alta, dolor intenso en articulaciones —especialmente en manos y pies—, dolor de cabeza, molestias musculares, fatiga y, en algunos casos, erupciones cutáneas. Aunque la fiebre y los síntomas agudos suelen remitir en pocos días, el dolor articular puede persistir durante semanas o incluso meses.
Medidas de prevención
Las autoridades sanitarias recomiendan:
- Aplicar repelente de insectos en la piel.
- Usar ropa de manga larga, sobre todo al amanecer y atardecer.
- Instalar mosquiteros en puertas y ventanas.
- Eliminar agua acumulada en macetas, cubos y otros recipientes donde puedan criarse mosquitos.
En caso de regresar de una zona endémica y presentar síntomas, se aconseja contactar inmediatamente al médico y seguir sus indicaciones.
Respuestas y polémicas en China
El gobierno chino ha implementado un plan de contención que incluye la eliminación masiva de criaderos, campañas para que la población vacíe recipientes con agua, uso intensivo de espirales, mosquiteras y repelentes, además de multas para quienes no cumplan con las medidas.
No obstante, las acciones también han generado controversia. En una denuncia reciente, se informó que funcionarios sanitarios ingresaron durante la noche a una vivienda para extraer muestras de sangre a dos menores con fiebre, tras recibir un aviso de un farmacéutico. Además, todas las farmacias están obligadas a reportar las ventas de medicamentos contra la fiebre, con el fin de rastrear posibles contagios.
El avance del brote mantiene en alerta a organismos internacionales y refuerza el llamado a la prevención como principal arma contra esta enfermedad.