En un discurso de alta tensión geopolítica, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, declaró este viernes que su país no se convertirá en "la Gaza de Suramérica", respondiendo al masivo despliegue militar estadounidense en el Caribe que Caracas califica como una amenaza de cambio de régimen.
La advertencia de Maduro: Un llamado a la paz
"¿Queremos otra Gaza ahora en Suramérica? ¿Qué dice el pueblo de Estados Unidos? (…) Déjenme decirles que no. Aquí triunfará la paz", afirmó el mandatario en transmisión estatal por VTV. En un inusual mensaje bilingüe, añadió: "War (guerra), no. Death (muerte), no. Peace, and life, and love. Paz, vida y amor".
La postura de Washington: Decisiones tomadas pero no reveladas
Por su parte, el presidente Donald Trump confirmó haber tomado una decisión sobre posibles operaciones en Venezuela: "Ya me decidí. No puedo decirles qué será. Hemos avanzado mucho con Venezuela en términos de frenar la entrada masiva de drogas". Esta declaración sigue a la revelación del Washington Post sobre una reunión de Trump con el secretario de Defensa Pete Hegseth y el jefe del Estado Mayor Dan Caine para evaluar opciones militares.
Operación "Lanza del Sur": Hechos en el terreno
La tensión se materializa en operaciones concretas:
- EE.UU. anunció la operación militar "Lanza del Sur" contra el narcotráfico
- Un nuevo ataque a una lancha presuntamente narcotraficante dejó cuatro muertos
- La Marina estadounidense regresará a Trinidad y Tobago para ejercicios hasta el 21 de noviembre
Respuesta regional y denuncias internacionales
La crisis ha generado reacciones coordinadas:
- El chavista Jorge Rodríguez propuso crear una "liga de juristas" para denunciar a EE.UU. ante instancias internacionales
- La ONU ha calificado como violación al derecho internacional los ataques estadounidenses en el Caribe, que han cobrado más de 80 vidas
- La ALBA alertó sobre una "desestabilización sin precedentes" en la región
El despliegue del portaaviones Gerald Ford -el más grande de la flota estadounidense- a pocos kilómetros de la costa venezolana marca una escalada sin precedentes en la crisis bilateral, situando al Caribe como escenario de una potencial confrontación que podría redefinir el equilibrio geopolítico regional.