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Maduro solicita revocación de la nacionalidad venezolana a opositores que promuevan "invasión extranjera"

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En un anuncio transmitido este miércoles por la televisión estatal (VTV), el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó haber presentado ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) una solicitud de "consideración constitucional" para retirar la nacionalidad a cualquier venezolano que "se sume a un ejército extranjero imperialista para invadir" el país, en una clara referencia al opositor Leopoldo López.

Fundamento legal y contradicción constitucional

El mandatario fundamentó su petición en el artículo 130 de la Constitución, que establece el deber de los venezolanos de "defender a la patria" y "proteger la soberanía e integridad territorial".

Sin embargo, esta iniciativa choca con el artículo 35 de la misma Carta Magna, el cual especifica que los venezolanos por nacimiento "no podrán ser privados de su nacionalidad". Solo la nacionalidad por naturalización puede ser revocada mediante sentencia judicial.

Acusaciones contra Leopoldo López y medidas anunciadas

Maduro acusó directamente a López de "pedir que el ejército 'gringo' se meta en Venezuela", en alusión a declaraciones del opositor que avalaban la presión internacional e incluso una intervención militar para lograr un cambio político en el país.

La vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, había avanzado el fin de semana que el gobierno procedería "de inmediato" a la anulación del pasaporte de López, quien se encuentra exiliado en Madrid desde 2020, tras acusarlo de realizar un "llamado a asesinar masivamente a los venezolanos".

Respuesta opositora y contexto geopolítico

Desde España, López respondió afirmando: "Maduro quiere quitarme la nacionalidad por decir lo que pensamos y queremos todos los venezolanos: libertad". El dirigente opositor señaló que sería "el primer ciudadano nacido en Venezuela" en sufrir esta medida, que calificó como un intento de crear un "dique de amenaza" contra la disidencia.

Su partido, Voluntad Popular, denunció que la acción del gobierno "copia los patrones represivos de las dictaduras de Cuba y de Nicaragua".

El anuncio se produce en un contexto de tensión regional, con el despliegue militar de Estados Unidos en el mar Caribe y la expectativa de la llegada de su portaaviones más moderno a la zona, lo que Maduro interpreta como una amenaza injerencista.