El Senado de Uruguay convirtió este miércoles al país en uno de los pocos de América Latina en legalizar la eutanasia, al aprobar con respaldo multipartidista la Ley de Muerte Digna, que garantiza el derecho a una muerte voluntaria para pacientes terminales o con padecimientos insoportables.
Tras un debate de más de diez horas, la iniciativa recibió el respaldo unánime del oficialista Frente Amplio y de varios legisladores de los partidos Colorado y Nacional, configurando un amplio consenso en torno a una de las reformas sociales más significativas de los últimos años en el país.
La normativa despenaliza la eutanasia para mayores de edad en pleno uso de sus facultades mentales que se encuentren en fase terminal de enfermedades incurables o experimenten dolores físicos o psicológicos irreversibles, situando a Uruguay a la vanguardia de los derechos de autonomía personal en la región.