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Dimite el primer ministro francés tras solo tres semanas en el cargo

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El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, presentó su dimisión este lunes, apenas tres semanas después de su nombramiento, en una jugada que evidencia la ingobernabilidad que atraviesa el país y que representa un nuevo fracaso para el Presidente Emmanuel Macron.

Macron aceptó la renuncia horas después de que Lecornu desvelara los primeros nombres de su gabinete, un equipo que fue inmediatamente criticado por la oposición y por figuras de su propio bando político. Lecornu, nombrado el 9 de septiembre como el tercer primer ministro desde las elecciones anticipadas de junio y julio de 2024, se convierte así en el jefe de gobierno de menor duración en la historia de la V República Francesa (desde 1958).

Una renuncia forzada por las divisiones

En un discurso matutino, Lecornu justificó su salida afirmando que "las condiciones ya no estaban dadas" para ejercer sus funciones. Aseguró haber estado "dispuesto al compromiso", pero lamentó que los partidos políticos "hicieran creer que no veían los progresos". "Siempre hay que poner el país por delante del partido", declaró, denunciando los "apetitos partidistas" que hicieron su cargo insostenible.

Su dimisión sume a Francia en una nueva e intensa crisis política y aumenta la presión sobre Macron, quien ha presidido ya tres gobiernos en minoría fallidos. La misión central de Lecornu era precisamente la más espinosa: lograr la aprobación en el Parlamento de un presupuesto de austeridad para contener el déficit público, que se sitúa en el 5.8% del PIB, muy por encima del límite del 3% impuesto por la UE.

Las críticas al gabinete: la gota que colmó el vaso

El anuncio de su equipo de gobierno fue el detonante de la crisis. De los 18 ministros designados, 12 ya habían ejercido cargos bajo su predecesor, François Bayrou, lo que generó acusaciones de falta de renovación y ruptura. Bruno Retailleau, ministro del Interior conservador reconfirmado en el cargo, criticó que la composición del gobierno "no reflejaba la ruptura prometida".

La reacción de la oposición fue contundente. Jordan Bardella, líder de la ultraderechista Agrupación Nacional (RN), exigió la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas: "No puede haber estabilidad sin una vuelta a las urnas", afirmó.

Malestar en el propio campo presidencial

El descontento también crecía en el propio campo presidencial. Gabriel Attal, exprimer ministro y líder del partido Renacimiento, de Macron, denunció el "espectáculo deplorable" ofrecido por "toda la clase política" y lamentó que no se siguiera su propuesta de pactar un acuerdo presupuestario antes de formar gobierno. La dimisión de Lecornu deja a Macron ante el complejo desafío de encontrar un nuevo primer ministro capaz de gobernar con una Asamblea Nacional fragmentada y sin mayoría clara.