Internacionales Trending

Nepal en crisis: represión de protestas deja 19 muertos, incluidos niños

IMG 0440

La represión de las redes sociales en Nepal, que desembocó en protestas masivas y la muerte de al menos 19 personas a manos de la policía, se ha convertido en el episodio más reciente de un declive global en la libertad digital. Un fenómeno que, según expertos, se repite cada vez más incluso en democracias que buscan controlar la expresión en línea.

Tras la ola de disturbios, varios cargos políticos —incluido el primer ministro K.P. Sharma Oli— presentaron su dimisión.

Bloqueo y censura digital

El Gobierno bloqueó plataformas como Facebook, X y YouTube, alegando que las compañías no cumplían con el requisito de registrarse oficialmente en el país. La medida, considerada un intento de censura, fue suspendida un día después de las protestas, aunque ya había encendido las alarmas.

“Esto forma parte de un patrón más amplio de control de la narrativa”, explicó Aditya Vashistha, académico de la Universidad de Cornell, recordando que India, Pakistán y Bangladés han recurrido a tácticas similares.

Una tendencia mundial

Nepal no es un caso aislado. Según Freedom House, la libertad en internet cayó por decimocuarto año consecutivo en 2024. Gobiernos de todo el mundo endurecen el control digital:

  • China se mantiene como el país más represivo.
  • Myanmar comparte la categoría de “peor entorno” para la libertad en línea.
  • En India, una ley de 2023 otorgó al Gobierno amplios poderes para restringir y vigilar las comunicaciones digitales.
  • En Pakistán, un proyecto de ley aprobado este año permite encarcelar a usuarios que difundan lo que las autoridades consideren “desinformación”.

Entre la seguridad y la censura

Los defensores de estas medidas argumentan que buscan combatir la desinformación, la trata de personas o el odio en línea. Sin embargo, críticos señalan que los bloqueos generalizados terminan silenciando la disidencia y debilitando la democracia.

En Nepal, el uso de VPN se disparó un 8.000 % tras la prohibición, según la empresa Proton, pero los expertos advierten que no es una solución definitiva: son costosas, lentas y de acceso limitado para gran parte de la población.

Democracia en jaque

“Una democracia sana del siglo XXI no puede funcionar sin un entorno en línea fiable y libre”, advirtió Kian Vesteinsson, analista de Freedom House. Para él, las plataformas también deben asumir mayor responsabilidad en proteger la privacidad de sus usuarios, especialmente de activistas y defensores de derechos humanos.