El presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró que Venezuela enfrenta la mayor amenaza militar en un siglo tras el despliegue de ocho barcos de guerra, 1.200 misiles y un submarino nuclear de Estados Unidos frente a sus costas. Según el mandatario, Washington prepara la “máxima presión militar” y Caracas ha respondido con “máxima preparación para la defensa”.
El Gobierno venezolano denunció ante la Celac que 4.200 tropas estadounidenses están listas para invadir el país, exigiendo su retirada inmediata. Sin embargo, Maduro confirmó que se mantienen contactos diplomáticos a través de John McNamara y Richard Grenell, aunque describió los canales como “malogrados”.
Desde Washington, la versión oficial señala que la operación busca frenar al Cártel de los Soles, designado como grupo terrorista por la Administración Trump y señalado de estar integrado por altos funcionarios venezolanos. “Maduro es uno de los mayores narcotraficantes del mundo”, afirmó la fiscal Pam Bondi.
Las tensiones se intensifican con voces republicanas que anticipan que el líder bolivariano “no continuará en el poder”, y con la oposición venezolana en el exilio –como María Corina Machado– alentando abiertamente un golpe militar. Naciones Unidas, por su parte, expresó preocupación por la magnitud del despliegue, que sugiere motivaciones más amplias que la lucha antidrogas.