Este domingo se convirtió en la jornada más letal para civiles palestinos que intentaban acceder a ayuda humanitaria en Gaza desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, hace ya más de 21 meses. Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, al menos 85 personas fallecieron, la mayoría en el norte del enclave, mientras trataban de obtener alimentos en condiciones extremas de escasez.
Las muertes ocurrieron en medio de nuevas órdenes de evacuación emitidas por el Ejército israelí en zonas del centro de Gaza, donde históricamente han operado organizaciones internacionales de asistencia humanitaria. Una de estas ONG reportó que se le solicitó evacuar varios de sus centros de manera inmediata.
Incidente en el paso de Zikim
El mayor número de víctimas se concentró cerca del paso fronterizo de Zikim, al norte de Gaza. Allí, al menos 70 palestinos murieron durante una operación de distribución de alimentos organizada por el Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), que había ingresado 25 camiones con suministros destinados a “comunidades hambrientas”.
Testigos afirman que la tragedia se desencadenó cuando tanques israelíes rodearon a la multitud que esperaba víveres, seguido de disparos y ataques aéreos. “Estuvimos atrapados durante dos horas bajo fuego. Solo quería un poco de harina. Ya llevo 15 días sin pan”, declaró Ehab al Zei, uno de los sobrevivientes.
Otro testigo, Nafiz al Najjar, herido durante el ataque, afirmó que su primo fue abatido junto a decenas de personas más por disparos de drones y soldados israelíes.
Posición del Ejército israelí
El Ejército de Israel reconoció haber abierto fuego contra una multitud en el norte de Gaza, asegurando que representaban una “amenaza” para sus tropas. Sin embargo, negó que el número de víctimas fuera tan elevado como indican las cifras oficiales palestinas y atribuyó parte del caos a la acción de milicianos de Hamás en la zona.
Contexto humanitario
La situación humanitaria en Gaza continúa deteriorándose rápidamente. Organismos internacionales han advertido sobre riesgo de hambruna generalizada, especialmente en el norte, donde los combates y restricciones al acceso han dificultado la llegada sostenida de ayuda.