Las autoridades sanitarias del Reino Unido han renovado su llamado a los padres para que vacunen a sus hijos contra el sarampión, tras confirmarse la muerte de un menor en el hospital infantil Alder Hey de Liverpool. La identidad del niño no ha sido revelada, pero se trata del primer fallecimiento por esta enfermedad en el país desde 2024.
La noticia surge en medio de un preocupante aumento de casos en el Reino Unido y en Europa, atribuido al descenso en las tasas de inmunización. Funcionarios del hospital advirtieron en un comunicado:
“El sarampión es altamente contagioso y puede propagarse rápidamente en comunidades con baja cobertura de vacunación. Pedimos a las familias proteger a los más vulnerables asegurando el esquema de vacunación completo”.
Cifras alarmantes en Reino Unido y Europa
- Más de 500 casos de sarampión se han notificado en el Reino Unido en lo que va de 2025, la mayoría en niños menores de 10 años.
- En 2024, el país registró 2.900 casos, con 1.700 en menores de edad.
- La Unión Europea ha reportado 6.200 casos este año, el mayor brote en casi 30 años en la región de Europa y Asia Central.
Riesgos y complicaciones del sarampión
Aunque muchos casos cursan de forma leve o moderada, el sarampión puede provocar complicaciones graves como neumonía, encefalitis, ceguera e incluso la muerte. Especialmente vulnerables son:
- Bebés no vacunados
- Mujeres embarazadas
- Personas inmunodeprimidas
El profesor Ian Jones, virólogo de la Universidad de Reading, alertó que:
“Si el virus circula debido a la baja vacunación, inevitablemente alcanzará a niños enfermos, donde puede tener consecuencias catastróficas”.
Un retroceso evitable
El Reino Unido perdió en 2019 su estatus de país libre de sarampión, otorgado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017. La razón: un índice de vacunación insuficiente. Para prevenir brotes, al menos el 95% de la población debe estar inmunizada. Sin embargo, en 2022 solo el 85,2% estaba completamente vacunado.
Factores como la desconfianza hacia las vacunas y la interrupción de servicios de salud durante la pandemia han afectado las campañas de inmunización.
Adam Finn, catedrático de Pediatría en la Universidad de Bristol, lo resume así:
“El sarampión se volvió tan poco frecuente gracias a las vacunas que mucha gente simplemente se olvidó de él. Esta tragedia debería recordarnos que es una enfermedad grave, pero totalmente prevenible”.