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Trump enfrenta críticas de su propia base MAGA por Ucrania y el caso Epstein

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta una creciente presión desde sectores de su base política más radical, conocidos por su alineación con la agenda America First y su afinidad con narrativas conspirativas como QAnon. Las recientes decisiones sobre el manejo de los archivos relacionados con Jeffrey Epstein y el envío de armas a Ucrania han generado malestar y cuestionamientos dentro de su propio movimiento.

Caso Epstein: demandas de transparencia

La controversia se intensificó luego de que el Departamento de Justicia negara la existencia de una supuesta “lista de clientes” vinculados al caso Epstein, lo cual fue interpretado como una retractación frente a declaraciones anteriores de la fiscal general Pam Bondi. Figuras clave del movimiento MAGA, como la congresista Marjorie Taylor Greene y el exasesor presidencial Steve Bannon, han expresado abiertamente su descontento, exigiendo claridad y acceso a toda la documentación del caso.

Apoyo a Ucrania: una ruptura con la doctrina America First

La decisión del presidente Trump de aprobar el envío de sistemas de defensa Patriot y otras armas a Ucrania, financiadas por aliados europeos, ha sido calificada como una desviación de sus principios aislacionistas. Greene ha señalado que esta acción compromete recursos estadounidenses, contradice su discurso y representa una traición al electorado que lo respalda desde 2016.

Consecuencias políticas

Analistas como Steve Bannon han advertido que estas decisiones podrían provocar una fuga de hasta el 10 % del apoyo dentro del movimiento MAGA, con implicaciones directas en los resultados legislativos de 2026. Algunos sectores ya han planteado la necesidad de investigaciones internas e incluso la renuncia de funcionarios clave como Bondi.

Una tensión alimentada por el propio discurso

Expertos en comunicación política señalan que la situación refleja las limitaciones de haber alimentado durante años un ecosistema basado en la desconfianza hacia las instituciones y en teorías de conspiración. Ahora, parte de esa misma narrativa se vuelve en contra del liderazgo que la impulsó.