El presidente Donald Trump ha prometido convertir a Estados Unidos en la "capital mundial" de la inteligencia artificial, pero sus agresivas medidas comerciales y arancelarias amenazan con socavar el trabajo de Silicon Valley en esta tecnología crucial y debilitar su competitividad frente a China.
Exenciones tardías pero incompletas
El viernes por la noche, Trump sorprendió al sector tecnológico eximiendo de aranceles a computadoras, smartphones y los poderosos semiconductores GPU esenciales para proyectos de IA, después de haber insistido previamente en que no habría excepciones.
Aunque esta medida proporcionó un importante alivio a la industria tecnológica, muchos componentes fundamentales para los centros de datos de IA —como materiales de construcción, equipos de refrigeración y generadores de respaldo— siguen sujetos a impuestos de importación. Además, las exenciones no parecen neutralizar el arancel del 20% que Trump impuso a las importaciones chinas a principios de este año.
Preocupación en la industria
Sam Altman, CEO de OpenAI, comentó antes del anuncio de las exenciones que su empresa estaba trabajando "día y noche" para determinar cómo los aranceles afectarían el costo de operación de sus modelos de IA.
"Suena bien que los chips estén exentos, pero por otro lado, hay muchas otras partes que contribuyen al costo de un centro de datos", señaló Altman durante una entrevista en la Cumbre Vanderbilt sobre Conflictos Modernos y Amenazas Emergentes.
Los posibles aumentos de costos y la política comercial impredecible y cambiante han generado una ola de incertidumbre en una industria que generalmente se ve a sí misma como forjadora confiada del futuro.
Impacto en la carrera global de la IA
La ironía es que los aranceles de Trump contra China —ahora en un asombroso 145%— podrían terminar ayudando a este país a competir con EE.UU. en inteligencia artificial. China es un proveedor clave de componentes para centros de datos, incluidos muchos que no fueron eximidos de los impuestos a la importación.
Josh Levi, presidente de la Coalición de Centros de Datos, instó a la administración a "proporcionar certeza y continuar evaluando los impactos en equipos y componentes críticos para centros de datos en este momento crucial en la carrera de la IA".
Una inversión masiva en riesgo
La industria de la IA ha desencadenado una intensa carrera de desarrollo desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022. Las grandes tecnológicas han destinado enormes sumas a la construcción de centros de datos:
- Google planea gastar $75 mil millones este año
- Microsoft apunta a invertir $80 mil millones
- El proyecto Stargate de OpenAI, Oracle y SoftBank prevé una inversión de hasta $500 mil millones
Expertos como Andrew Ng, ex director del laboratorio de IA de Google, expresan su preocupación: "Los aranceles definitivamente aumentarán los costos", señaló, advirtiendo que las empresas estadounidenses podrían optar por construir centros de datos fuera del país.
Alternativas internacionales
Las empresas tecnológicas ya están considerando ubicaciones alternativas como Malasia y Singapur para sus nuevos centros de datos.
"Cuando las regulaciones cambian de la noche a la mañana por un tuit, es difícil planificar", observó Ng. "Desafortunadamente, esto hace que otras geografías con estructuras más estables resulten más atractivas".
Esta situación plantea un dilema para la administración Trump: sus políticas comerciales diseñadas para fortalecer la posición de EE.UU. podrían inadvertidamente debilitar su ventaja en la carrera global por el liderazgo en inteligencia artificial.