El gobierno ruso ha aprovechado el anuncio de los nuevos aranceles estadounidenses para lanzar duras críticas contra la Unión Europea, asegurando que el bloque comunitario atraviesa una profunda crisis económica y política.
"La Unión Europea se está hundiendo. Su economía, su política, su industria, su producción, sus finanzas… todo se está yendo al garete, eso es evidente", declaró María Zajárova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, durante su conferencia de prensa semanal celebrada este jueves.
Según la representante diplomática, las noticias procedentes de Washington sobre los nuevos aranceles constituyen "información adicional" que confirma la incapacidad de Bruselas para alcanzar los objetivos de crecimiento económico que había anunciado previamente.
Reacciones de altos funcionarios rusos
Por su parte, el expresidente ruso Dmitri Medvédev, conocido por sus controvertidas declaraciones en redes sociales, adoptó un tono más provocador al sugerir que la estrategia de Moscú debería ser "sentarse en la orilla y esperar que el cadáver del enemigo pase flotando", en clara alusión a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus aliados europeos.
Estas declaraciones llegan después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara el miércoles la imposición de un arancel global base del 10% para todos los países que, según su criterio, establecen barreras comerciales a los productos estadounidenses, añadiendo gravámenes adicionales para aquellos que considera "peores infractores".
Exclusión de Rusia de los nuevos aranceles
Es destacable que Estados Unidos ha excluido a Rusia, Cuba, Corea del Norte y Bielorrusia de esta ronda de aranceles globales. Según informó la Casa Blanca, la razón es que estos países ya están sometidos a severas sanciones económicas.
Sin embargo, las importaciones procedentes de la Unión Europea enfrentarán un arancel significativamente más alto, del 20%, lo que ha generado preocupación entre los líderes europeos por el impacto potencial en sus economías.
Los comentarios de los funcionarios rusos reflejan la postura de Moscú, que parece observar con satisfacción las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea, en un momento en que Rusia misma enfrenta sanciones occidentales por su intervención militar en Ucrania.
