La inestabilidad en el mercado de huevos ha impulsado un negocio alternativo en Estados Unidos: el alquiler de gallinas. Con paquetes desde $500 por seis meses, empresas como 'Rent the Chicken' ofrecen a los consumidores una solución para escapar de las fluctuaciones de precios que han visto los huevos alcanzar máximos históricos de 8 en marzo.
De la escasez a la autosuficiencia
"Cuando la gente alquila una de nuestras gallinas sabe a ciencia cierta que no tiene que preocuparse por el precio de los huevos, ni por la escasez, ni por si hay limitaciones de compra. Solo tienen que salir a su patio y recogerlos", explica Jenn Tompkins, cofundadora de 'Rent the Chicken', empresa creada en 2013 en las afueras de Pittsburgh que ha experimentado un notable incremento en su demanda.
La volatilidad en los precios, que comenzó a finales de 2022 debido a un brote de gripe aviar que llevó al sacrificio de más de 100 millones de gallinas ponedoras, ha provocado que los consumidores busquen alternativas para asegurar su suministro. Aunque el Departamento de Agricultura asegura que los precios han regresado a niveles más normales (alrededor de $3 la docena), la experiencia de desabastecimiento y restricciones de compra ha dejado huella en los consumidores.
Un negocio en expansión
La empresa opera actualmente en 35 mercados importantes de Estados Unidos y Canadá, con mayor presencia en Pittsburgh, Connecticut y Toronto. Sus paquetes varían según las necesidades de cada hogar:
• El básico ($500): incluye gallinero, dos aves, alimento y transporte hasta el domicilio
• Opciones premium (más de $1,000): ofrecen más animales y servicios adicionales
Dos gallinas producen aproximadamente una docena de huevos semanales, cantidad suficiente para pequeñas familias. Tompkins señala que, aunque colegios también han adoptado el servicio, está principalmente orientado a viviendas unifamiliares, no siendo viable para residentes de apartamentos.
Beneficios más allá del precio
Los clientes encuentran ventajas adicionales a las económicas. "Los huevos frescos tienen menos colesterol que los de las tiendas. Pero además, las gallinas actúan como terapia. Pueden ayudar a interactuar con los vecinos cuando salen al patio, y separan a los niños de las pantallas, enseñándoles a cuidar de un animal", destaca Tompkins.
A pesar de la aparente normalización del mercado, la empresaria se muestra optimista sobre el futuro de su negocio: "Creo sinceramente que vamos a seguir alquilando gallinas. Permite tener menos inseguridades alimentarias y tener los alimentos cerca de nuestra mesa, siendo así menos dependientes de las tiendas".
Este modelo de negocio refleja una tendencia creciente hacia la autosuficiencia alimentaria y la producción local, valores que parecen mantenerse incluso cuando las condiciones del mercado mejoran.